miércoles, 1 de julio de 2009

Juan Carmona y un supervisor de Renfe protagonizan un rifirrafe en el AVE


MADRID. Nada hacía presagiar que un tranquilo viaje desde Sevilla a Madrid en AVE pudiera convertirse en una pesadilla para el guitarrista Juan Carmona, ex de Ketama, quien, tras participar el sábado en «El Potaje Gitano» de Utrera, regresaba el domingo por la tarde a la capital de España junto a su novia y sus dos hijos menores, en compañía de Pitingo y su esposa.
Ambos artistas habían formado parte del cartel de este tradicional festival flamenco -el más antiguo de nuestro país-, que organiza la Hermandad de Los Gitanos y que en esta ocasión rendía homenaje a la dinastía Rivera Ordóñez. En presencia del diestro Francisco Rivera -su hermano Cayetano no pudo asistir por motivos profesionales-, el cantaor sevillano, acompañado por Carmona a la guitarra, volvió a poner en pie al público que abarrotaba el patio del Colegio Salesiano de Utrera.
Al día siguiente, Juan Carmona -con su familia- y Pitingo -con su esposa- tomaron el AVE que partió de la estación de Santa Justa a las 16.15 horas con destino a Madrid. Al parecer, los hijos de Carmona, de 14 y 16 años de edad, ocupaban plazas en clase turista, mientras que los adultos viajaban todos juntos en preferente. En un determinado momento -según la versión de Carmona- «los niños se vinieron a nuestro vagón y permanecieron allí un rato», algo que por lo que se ve no le hizo mucha gracia a J. R. M., supervisor del tren, quien, «con un elevado tono de voz, se dirigió a los niños para que volvieran a sus asientos, porque allí no les correspondía estar», relata el guitarrista. Ante la falta de modales, y resuelto a no permitir que el empleado de Renfe chillara a sus hiios, Juan solicitó al malhumorado supervisor «las hojas de reclamaciones para hacer la oportuna queja», pero éste le dijo que no tenía. A partir de ahí la trifulca fue subiendo de tono con increpaciones por ambas partes, hasta que el supervisor, con un lapidario «aquí mando yo», dio por zanjado el asunto, haciendo una llamada y solicitando a seguridad que, a la llegada del tren a Puertollano, Juan Carmona fuera desalojado. Y así fue. Ante el estupor de los presentes, dos vigilantes jurados subieron a bordo y «me invitaron a bajar del tren», reconoce el guitarrista, quien, sin oponer resistencia y acompañado por su novia, abandonó el convoy. Los niños, junto a Pitingo, su esposa y al mánager de ambos artistas, continuaron viaje a Madrid, mientras que Carmona se vio obligado a tomar otro tren, no sin antes hacer la oportuna reclamación en la estación de Puertollano.
Como no podía ser de otra manera, la versión de Renfe dista mucho de la del artista. Las fuentes consultadas por ABC reconocen que «los menores, pese a tener billete de turista, se acomodaron en preferente y que, al ver que el incidente subía de tono, el supervisor no tuvo más remedio que solicitar que Carmona fuera desalojado del tren». A su regreso a Sevilla, J. R. M presentó en comisaría una denuncia contra Carmona por amenazas. Por su parte, el artista ha puesto el asunto en manos de sus abogados.

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