El «morro» del vigilante

TOLEDO. A plena luz del día y delante de decenas de personas, un vigilante de una empresa de seguridad que trabaja en el Centro Comercial «Luz del Tajo» de Toledo dejó estacionado durante al menos tres horas su vehículo en una de las plazas reservadas para minusválidos.
El vigilante, que no sufría aparentemente ninguna patología que afectase a su movilidad, redondeó su comportamiento colocando además, en el parabrisas del coche, el distintivo acreditativo de persona con movilidad reducida. Así lo ha denunciado una persona en un escrito enviado a la asociación Aspaym.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado. Según el pormenorizado relato del denunciante, a las 9.55, cinco minutos antes de la apertura del centro comercial, un vehículo BMW serie 300 compact aparcó en una plaza reservada, por normativa legal, para personas con movilidad reducida.
«De juzgado de guardia»
«El único ocupante del vehículo salió por su propio pie del vehículo, uniformado como vigilante de seguridad de la empresa Prosegur, delante de decenas de personas que estaban esperando la apertura del centro comercial; abrió el maletero y colocó, en el parabrisas de su vehículo, el distintivo acreditativo de persona con movilidad reducida y un parasol». Luego se dirigió a la entrada de personal de «Luz del Tajo», que se convirtió en el primer centro comercial español en lograr el Certificado de Sistemas de Accesibilidad para discapacitados o con necesidades especiales.
El denunciante añade que el vigilante no iba a recoger a nadie, ya que a las 13.00 el coche seguía estacionado. «Es lamentable para esta sociedad, para esta ciudad, para el centro comercial y para la empresa que representa este señor con su uniforme que ocurran estas cosas», opina el denunciante, quien recuerda que el comportamiento del vigilante está penado con sanciones administrativas y la pérdida de puntos en el carné de conducir desde junio.
El presidente nacional de Aspaym, Alberto de Pinto, calificó ayer la conducta de «juzgado de guardia, porque ese vigilante está contratado, entre otras funciones, para evitar que la gente ocupe irregularmente las plazas para minusválidos, algo que ocurre con demasiada frecuencia».