Sevilla, 2 oct (EFE).- El juzgado de Violencia sobre la Mujer de Sevilla ha archivado la causa por intento de asesinato contra un hombre que pasó un año y medio encarcelado por tirar a su compañera por el balcón, pese a que la víctima declaró desde el primer momento que se había arrojado ella misma para suicidarse.
Fuentes del caso han informado a Efe de que el auto de archivo se ha dictado tras dos órdenes de la Audiencia Provincial, ya que hasta ahora el juzgado había dado más credibilidad a una niña de 12 años que vio los hechos desde la calle y aseguró que el acusado tiró a la mujer mientras ésta se encontraba en actitud de "pasividad y desmayo".
El acusado A.H.L., de 48 años, cumplió prisión preventiva durante casi un año y medio por unos hechos ocurridos en noviembre de 2005 en Sevilla, cuando la mujer llamó a su hija para anunciar que se iba a suicidar, luego a los servicios de emergencias del 112 y finalmente cayó al vacío desde un primer piso.
Hasta ahora, la juez de Violencia sobre la Mujer 1 de Sevilla había dictado dos autos de procesamiento, sucesivamente revocados por la Sección Cuarta de la Audiencia, basándose en el testimonio de una niña de 12 años que se encontraba en la terraza de un bar y que aseguró haber visto al imputado tirando a la víctima por el balcón y no intentando retenerla.
El abogado del acusado, José Martínez Rey, ha informado a Efe de que ahora finalmente el juzgado ha dictado un auto de sobreseimiento después de una nueva petición por su parte.
El defensor se basaba para ello en un informe del forense que definía a A.H.L. como "incompatible con formas de maltrato" y relataba que su cliente ha rehecho su vida sentimental, se examinó para ser vigilante de seguridad y trabaja en centros del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra (Sevilla).
La segunda orden de archivo fue dictada por la Audiencia en diciembre de 2008 basándose en un nuevo estudio psicológico de la mujer que de manera "clara y contundente" mostraba que es "congruente" su afirmación de que intentaba suicidarse, pues se encontraba en una mala situación anímica, minutos antes había ingerido fármacos y había anunciado que se iba a suicidar.
Además, las grabaciones del 112 mostraron que el acusado llamó inmediatamente para comunicar que "la chica que había llamado antes" por fin se había tirado por la ventana y sus palabras reflejaban "la situación de bloqueo emocional" y el "abatimiento propio y espontáneo de quien ha vivido esa situación con respecto a su pareja", según la Audiencia.
Esta conducta le pareció a la Audiencia incompatible "con una elaborada premeditación criminal".
En su primer auto, la Audiencia llamó además la atención sobre el hecho de que la niña fue la única testigo, y no las numerosas personas que se encontraban en la misma terraza de un bar.
La defensa del imputado argumentó, por su parte, que se trata de un "delito imposible" por utilización de un medio "no idóneo", porque la mujer cayó desde un primer piso y el acusado, si hubiera querido matarla, podría haber recurrido a cualquier método con más garantías. EFE
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