Laporta y Rosell, durante la última presentación del Barça en el Trofeo Gamper
“Informes radiológicos”. Bajo este concepto, se camuflaban los informes realizados por una agencia de detectives sobre personas ajenas al FC Barcelona cuando Joan Laporta presidía el club. En concreto, unos meses antes de la moción de censura de julio del 2008, una empresa de detectives recibió el encargo de descubrir la supuesta relación que podía haber entre el promotor de dicha moción,Oriol Giralt, y el entonces empresario Sandro Rosell.
La junta había aprobado un acuerdo según el cual todos los gastos superiores a 50.000 euros debían ser aprobados en junta y no ser fruto de una decisión unipersonal de algun miembro de la misma. El resultado fue que el 21 de abril del 2008 se emitieron dos facturas de 49.900 euros cada una a nombre del grupo de investigación Inteligence Bureau por el surrealista concepto de “informes radiológicos”. “Como se puede uno imaginar, las facturas fueron confeccionadas así para evitar pasar por la junta. O, dicho en otras palabras, son un fraude de ley”, señala a El Confidencial una fuente de la actual junta del Barça.
Es sólo una anécdota, pero explica muy claramente cómo funcionaba la junta que presidía Laporta. En realidad, existían una decena de facturas similares, cuyo pago fue ordenado por el entonces vicepresidente Ferran Soriano. Seis meses después, la empresa de detectives emitió de nuevo una sola factura de casi 500.000 euros para borrar el rastro de los abonos emitidos durante los meses previos a la moción de censura y que no pudiesen asociar las dos cosas, la moción con el espionaje.
Según la due dilligence que fue presentada este fin de semana a los socios culés, desde la temporada 2005/2006 hasta la 2008/2009 se gastaron 2 millones de euros en detectives privados. De los trabajos realizados apenas queda rastro, excepto el contable. “No hay contratos ni propuestas ni informes de seguimientos”, dice la due dilligence. Y una fuente de la junta del Barça consultada por este periódico sentencia: “Por no haber, no hay ni conceptos. Laporta nos dejó la nada”. Otra fuente asegura también que “el resultado de la auditoría nos sorprendió a todos, ya que los casi 3 millones de euros fueron gastados exclusivamente en detectives privados y, según lo que dicen los propios trabajadores del club, sirvieron para espiar a Sandro Rosell, a algunos de los que le apoyaban y a periodistas”.
Además, el año pasado, antes de las elecciones, se gastaron 656.000 euros más en “seguridad especial”, es decir, en servicios de auditoría de seguridad de las instalaciones del club, en un “programa VIP” para Laporta y 516.000 euros en “servicios de seguridad del presidente y su vivienda particular”.
De lo que sí hay constancia es de gastos suntuosos disfrutados por la anterior junta. Por ejemplo, miles de euros pagados en exclusivos hoteles repartidos por medio mundo, como el Atlantis The Palm Dubai (5.167 euros), el Cipriani London (4.397 euros) o el Shangri-la Hotel Qatar (1.514 euros, gastos pasados a nombre de un ex vicepresidente, en este caso Albert Perrin.
Pero también había 53.000 euros de gastos no justificados, pagados a través de la tarjeta de crédito del escolta de Laporta. Y correspondían a restaurantes en periodo vacacional y locales nocturnos principalmente. ¿Locales nocturnos? “Los gastos en la famosa sala Luz de Gas eran una minucia -señala una fuente del Barça a este diario-. Mejor no airear ese tema. No se pueden dar los nombres de esos locales”. Sólo que algunos de ellos no son proveedores de servicios que puedan entrar en alguno de los conceptos de gestión del club.
Un indicio de que Laporta había tomado el Camp Nou como su cortijo particular lo da el hecho de que algunas de los gastos cargados en las cuentas del club se referían a fechas tan señaladas como Navidad, San Esteban (que es festivo en Cataluña) y Fin de Año. “En otras palabras, que se hacía pagar por el Barça hasta la comida navideña”, ironiza una fuente de la actual junta.
Las irregularidades son múltiples, empezando por algunos nefastos fichajes (con Ibrahimovich la pérdida contable fue de 37,2 millones de euros). Pero también hay la extraña compra de unos terrenos en Viladecans en mayo del 2008 por 18,5 millones de euros -operación ya explicada por El Confidencial que luego dos auditorías independientes determinaron que no valían más de 5,5 millones, por lo que la pérdida reconocida es de 13 millones de euros.
Los laportistas estudian una ‘contraquerella’
En resumen, los socios del Barça acordaron llevar a la anteiror junta ante el juez, por 468 votos contra 439 y 113 en blanco. El hombre de los números de Laporta, Xavier Sala i Martin, ya dejó caer el mismo sábado que, con este resultado, no se puede ir a los juzgados porque según la ley no hay mayoría simple. Y la maquinaria de limpieza de imagen ya se ha puesto en marcha.
“Javier Faus [responsable económico de la junta de Rosell] ordenó cerrar la sala de votaciones y recontó 1.093 personas, por lo cual, con el resultado de 468 socios compromisarios a favor de la acción social, sólo se obtiene el 42,81% de apoyos, lo que, por tanto, es un fraude de ley que puede ser denunciado por la junta saliente ante los tribunales ordinarios”. Todo ello, porque la ley dice que se ha de aprobar por “mayoría simple de los asistentes”, explican los laportistas, que se han comenzado a organizar a través de un foro. Estos argumentos puede que sean los que quiere exponer Laporta este lunes a las 12 horas, cuando ha convocado a los medios para una nueva rueda de prensa.
Los laportistas defienden, pues, que se necesita “una mayoría simple cualificada” y lo que hubo en la asamblea del Barça de este fin de semana fue una “mayoría simple ordinaria tripolar”. “Si los asistentes son 1.093, la mayoría simple de los asistentes (o mayoría cualificada) son 547 votos favorables y sólo se obtuvieorn 468; por tanto, la decisión tomada es ilegal”.
Para los miembros de la actual junta, lo que hubo en la asamblea de socios fue “un acto de civismo y democracia. Por primera vez, un club está diciendo basta. Basta de trapicheos. A partir de ahora, se ha de transmitir una imagen de limpieza”. Además, destacan que Rosell enumeró ante los socios los pros y los contras de una acción judicial contra la anterior junta.
“Fue una sorpresa, porque no había avisado a nadie y se la jugó. Su exposición empujó a algunos a votar en contra de las acciones por precaución. Si Rosell no se hubiera mantenido tan neutral, el resultado hubiera sido muy diferente. Hubiéramos quedado 600 a 200. Pero él le puso elementos objetivos y luego votó en blanco. Fue una prueba del señorío que tiene”.
Fuente: El Confidencial
18/10/10
18/10/10
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