domingo, 3 de octubre de 2010

Una noche de boda en el juzgado de guardia

B. PALAU. PALMA. Son las diez de la noche. El juzgado de guardia de Palma ha recobrado la calma. Un hombre con un pequeño ramo de flores en una de sus manos se presenta en las dependencias judiciales. Parece desorientado. El ciudadano se dirige a un funcionario y le indica de forma muy educada: "Hola, vengo a casarme con Alicia". El trabajador, sorprendido por la hora al ser ya de noche y por las intenciones del novio de celebrar una boda en el juzgado de guardia, le informa de que no es ahí donde se casa la gente.


¿Fue a sa Gerreria? El funcionario explica al futuro marido que es en el registro civil, en los juzgados de sa Gerreria, donde se ofician matrimonios civiles. Entonces, el contrayente, sin pensárselo un minuto, da media vuelta y sale del edificio de Vía Alemania con el ramo de flores. La duda es si a esas horas de la noche realmente fue a sa Gerreria.

Una cena de postín. No fue una cena de boda, pero sin duda se trató de excelente ágape. Hace varios días uno de los juzgados de instrucción de Palma pidió una suculenta cena en un conocido establecimiento de la ciudad. El restaurador Vicente Guerra proporcionó a los funcionarios un exquisito menú: foie con compota de manzana, solomillo de ternera, chalotas y queso azul, cucharitas de salmón ahumado y pequeño guacamole... En esta ocasión cambiaron las recurrentes pizzas a domicilio por suculentos platos, si bien no ha trascendido si la cena se debía a una celebración especial.

Chupa-chups en el escáner. Los vigilantes de seguridad del edificio judicial de Vía Alemania se encuentran con situaciones insólitas en los controles de acceso. Esta semana una joven que llevaba un chupa-chups en la boca, les preguntó si el caramelo que saboreaba "pitaba" al pasar por el escáner.

¿Una extraña desaparición? Una mujer denunció la desaparición de su marido ante la Policía. Según su versión, no sabe nada de su pareja desde hace 29 años. Fue el 1 de enero de 1981 cuando el hombre desapareció de un domicilio situado en el término judicial de Manacor. La denunciante recordó ante los agentes que su compañero a veces se ausentaba de casa, pero parece ser que en esta última ocasión ya no regresó a la vivienda.

Un argot casi incomprensible. Algunos juicios resultan difíciles de entender. Los acusados o testigos de origen latinoamericano a veces utilizan un argot prácticamente incomprensible. Esta semana un acusado de nacionalidad ecuatoriana explicaba a la magistrada durante la vista oral que a él le pegaron un "puñete". Este es fácil de descifrar, pero otro imputado en una pelea en plena calle manifestó en otro juicio que una tercera persona le "soñó" en la cara. Estas palabras y expresiones, unidas a los alias que usan como Bo Patiño, Cara Cortada, El Chino, La Chola o El Polo, dificultan la comprensión de los hechos.

No se presenta por "una mala regla". Esta semana una acusada no se presentó a un juicio en Palma. Al ser la segunda vez que se tenía que suspender la vista, los funcionarios recabaron información. Una familiar la excusó: "Es que ha tenido una mala regla". Más tarde alegó que sufría problemas digestivos. Al ser advertida de que podrían detenerla e ingresarla en prisión al no personarse, la familiar preguntó: ¿Pero a qué hora van a venir a detenerla? Esta mujer se enfrenta a una petición de condena del fiscal de tres años de prisión por un delito contra la administración de justicia y otro de lesiones, ya que supuestamente golpeó a una vecina con la que está enemistada a la salida de un juicio de faltas. Su madre también está acusada. Al final, el juzgado puso en busca y captura a madre e hija.

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