El cambio de Gobierno que hemos conocido hoy supone una crisis del Ejecutivo de mayor calado político que la remodelación que había anunciado el Presidente en las últimas semanas, es más acorde con el deterioro de la situación económica y social de nuestro país, y refleja que el Gobierno asume la importancia de la contestación social a sus políticas expresada por los trabajadores con su apoyo masivo a la huelga general del 29 de septiembre. UGT considera que más importante que las personas que desempeñen las nuevas responsabilidades de Gobierno son las políticas que se pongan en práctica, por lo que esta crisis no debe ser un fin en sí misma, sino el comienzo de un cambio en las prioridades y orientaciones políticas de nuestro país, que nos lleven a situar el crecimiento económico y la creación de empleo en el centro de nuestras prioridades, y a la recuperación de los derechos sociales y laborales eliminados en las últimas reformas.
El cambio del Ejecutivo que hemos conocido hoy afecta a seis carteras ministeriales, con la desaparición de dos de ellas, y supone un cambio profundo en la composición y estructura del Gobierno. UGT considera que estos cambios suponen una crisis de mayor calado político del que cabía esperar de las declaraciones realizadas por el Presidente del Gobierno en las últimas semanas, pero está en consonancia con el profundo deterioro de la situación económica y social de nuestro país y el descontento de los ciudadanos, que quedó reflejado claramente en el respaldo mayoritario de los trabajadores a la huelga general del 29-S, convocada por UGT y CCOO contra la reforma laboral, la congelación de las pensiones, y las políticas de ajuste aprobadas por el Gobierno.
Esta crisis se produce sólo 21 días después de la Huelga General (un cambio de Gobierno aún más rápido y profundo que el producido tras la huelga general del 20-J de 2002), y más allá de los cambios en los nombres de los responsables de las diferentes carteras ministeriales, debe suponer un cambio en la orientación de las políticas del Gobierno y de sus prioridades.
Porque siendo importantes las personas, más lo son las políticas. La sociedad española está demandando claramente una salida de la crisis que nos garantice un futuro de progreso, no la resignación a un modelo económico incapaz de generar los niveles de empleo y competitividad que se correspondan con nuestro potencial como país.
La tramitación parlamentaria de los Presupuestos Generales del Estado para 2011 debería recoger ese cambio de políticas, apostando por la recuperación económica, la creación de empleo, y la apuesta por un nuevo modelo productivo.
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