Un comando altamente especializado se llevó ayer cuatro millones de euros de un furgón blindado al este de Marsella. Lo atacaron por sorpresa con un equipo altamente sofisticado y despliegue de vehículos. No hubo víctimas.
El transporte de fondos tenía como destino el Banco de Francia en Toulon. A las diez menos cuarto de la mañana salió de la sede central de la empresa de seguridad Sazias en la zona industrial de Gémenos. Solo pudo recorrer unos centenares de metros porque un camión por detrás y un todoterreno por delante le bloquearon el paso.
Los atracadores, enmascarados y armados, reventaron la puerta trasera con explosivos y se apoderaron de las pistolas de los guardas jurados. Cargaron dos de las cuatro cajas que contenían ocho millones de euros y huyeron en varios vehículos, que aparecieron más tarde incendiados a 20 kilómetros del lugar del delito. Llegaron a lanzar un cohete e intercambiaron disparos de armas automáticas con la Policía Local, que intentó detenerlos. No hubo heridos, y solo uno de los tres vigilantes que custodiaban el furgón sufrió una ligera conmoción.
Mickael Maurid lo pudo ver todo desde la empresa donde trabaja: «Duró cinco minutos, no estaban nerviosos. Fue impresionante, lo hicieron sin prisa». Se trataba de un furgón dotado con lo último en tecnología de protección, la llamada doble piel.
El fiscal jefe de Marsella, Jacques Dallest, ha reconocido que se trata de «un comando muy organizado» y que «solo hay unos pocos grupos en Francia capaces» de ejecutar con éxito semejante operación. No es la primera vez que la empresa Sazias sufre un atraco millonario. En el 2007, un comando se apoderó de diez millones de euros de su central en Gémenos
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