La víctima, a la que golpearon con un bate de béisbol y una porra, discutió con uno de los procesados porque se negaba a abandonar el local sin encontrar la cazadora que había perdido
TANIA SUÁREZ | A CORUÑA Un juez condenó a un año de cárcel a dos porteros y a un camarero de un pub situado en la calle Juan Canalejo número 43 por propinarle una paliza a un cliente con el que uno de ellos discutió porque le faltaba una cazadora. La víctima se negó a abandonar el local de copas a la hora del cierre porque le faltaba la prenda, lo que provocó que uno de los procesados le diese una bofetada. En ese momento intervino el otro vigilante de seguridad condenado, quien golpeó al perjudicado con una porra metálica extensible y lo echó del establecimiento.
Uno de los camareros del local al que el juez también impuso un año de cárcel facilitó a uno de los porteros un bate de béisbol con el que continuó golpeando a la víctima, que volvió a entrar en el pub, circunstancia que aprovecharon los tres procesados para arrinconarlo en un hall cercano a la puerta y propinarle golpes por diversas partes del cuerpo. Como consecuencia de las agresiones el denunciante sufrió varias heridas de las que tardó en curar 15 días, cuatro de los cuales estuvo incapacitado para realizar sus ocupaciones habituales. El representante del Ministerio público recalca en su escrito de calificación de los hechos que a la víctima le quedaron como secuelas de la paliza una cicatriz en el cráneo y una cefalea intermitente.
Los agentes que detuvieron a los procesados les intervinieron un palo de madera que probablemente fuese la pata de una mesa. La Fiscalía solicitaba en su escrito de conclusiones que cada uno de los acusados fuese condenado a tres años de prisión, pero el abogado de los imputados, José Ramón Sierra, llegó a un acuerdo con el fiscal, que accedió a rebajar la pena. El magistrado, por tanto, dictó sentencia oral en la sala y el juicio no llegó a celebrarse. El juez, además de un año de prisión, impuso a los procesados el pago de una indemnización de 3.000 euros. El representante del Ministerio público solicitaba que los imputados le pagasen 217 euros a la víctima por los días que estuvo incapacitada y 600 por las secuelas que le quedaron.
Un taxista se sentará la próxima semana en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 1 de A Coruña por clavarle una navaja a un compañero durante una discusión. Los hechos, según el escrito de calificación del Ministerio público, sucedieron sobre las seis de la tarde del 20 de diciembre de 2008 en la parada de taxis de la calle Modesta Goicouría, cercana a la plaza de Pontevedra. El procesado, que estará defendido por el letrado Manuel Ferreiro, entabló una disputa con el perjudicado debido a un incidente de tráfico. El representante de la Fiscalía sostiene que cuando discutían el imputado, "con ánimo de menoscabar la integridad física de la víctima", cogió una navaja y se la clavó en el cuarto dedo de la mano derecha.
El denunciante precisó puntos de sutura y tardó ocho días en curar de las heridas. Como secuela le quedó una pequeña cicatriz en el dedo. El fiscal solicita que el acusado sea condenado a tres años y seis meses de prisión por cometer un delito de lesiones. El representante del Ministerio público también exige que le pague a la víctima una indemnización de 320 euros por los daños que le causó y de 100 euros por las secuelas.
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