sábado, 11 de septiembre de 2010

Retirada de escoltas: preguntas sin respuesta

En estas líneas quiero analizar la gravedad de lo que está pasando en País Vasco y Navarra con la retirada de escoltas a ex cargos públicos. Tan grave es lo que se está haciendo como la forma en que se está haciendo. Somos muchos los vascos de bien que nos planteamos numerosas incógnitas al respecto, incógnitas que desgraciadamente tienen difícil respuesta.
¿Qué criterios tienen en el Ministerio de Interior y en el Gobierno vasco para decidir si tiene más peligro un cargo actual que un ex cargo público?
¿Cómo es posible que se retiren escoltas a personas que han sido amenazadas reiteradas veces, que viven en pueblos pequeños, que son un objetivo constante? ¿Por qué se quitan las escoltas avisando con tres días de anticipación por parte de un miembro de las FSE? ¿No sería más lógico que esto se comunicase mediante una carta del Ministerio de Interior o de la Consejería del Gobierno vasco, por lo menos con un mes de antelación para que las personas puedan organizarse y tomar sus propias medidas de autoprotección? ¿O piensan que estas personas pueden de inmediato empezar a hacer una vida normal? ¿Por qué no se les ha dado ninguna orientación sobre medidas de autoprotección para que sepan adoptar las debidas precauciones?
Estoy convencido que no se ha hecho ningún estudio del riesgo actual o futuro que corren estos ex cargos públicos. ¿Se ha pensado en el problema que se les causa a sus familias y a sus allegados con esta nueva situación que tienen que vivir? ¿Se ha pensado que van a tener que dejar de acudir a muchos lugares por miedo a ser agredidos, insultados o reconocidos? ¿Es éste el pago que les queremos dar a su valentía, a su entrega durante muchos años en defensa de la libertad?
¿Será casual la coincidencia en el tiempo con el anuncio de una supuesta tregua por parte de ETA? ¿Tal vez el Ministerio ha pactado con los terroristas que no toquen a ningún ex cargo?
Mucho me temo que esto solamente se ha hecho por motivos económicos, algo realmente grave porque la seguridad y la libertad de las personas debe estar por encima de cualquier criterio de ahorro o economicista, mucho más cuando nos estamos enterando todos los días que ETA tiene las arcas llenas y hay varios comandos preparados para actuar.
Sseñor ministro de Interior: haga usted las cosas bien y no juegue con la libertad y la seguridad de los ex cargos y de sus familias.

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