La campaña 'El que la hace la paga' para frenar a los que se cuelan se inicia también en el metro
La operadora dispone ya de cuatro parejas de vigilantes privados para escoltar a los revisores
Colarse en el bus es un gesto de rebeldía, una necesidad o un acto de puro gamberrismo y pavoneo adolescente. La presencia esporádica de los revisores nunca bastó para amedrentar a los tramposos, así que Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ha decidido coger el camino del medio y contratar los servicios de una empresa de seguridad que acompañe a los agentes de inspección y control. Esta medida, ya habitual en el metro pero inédita en la superficie, coincide con el arranque, mañana, de una nueva campaña de comunicación para metro y bus que, bajo el lema El que la hace, la paga, intentará concienciar sobre los riesgos económicos que conlleva defraudar al transporte público.
Tras una prueba piloto realizada los pasados junio y julio, la compañía ya ha iniciado el despliegue de cuatro parejas de vigilancia, en turnos de mañana y tarde, por todas las líneas de la ciudad. Su presencia ha sido posible gracias a una nueva y más flexible interpretación, por parte de la Conselleria d'Interior, de la normativa sobre seguridad privada.
PERSONAL EN LA ENTRADA / Para completar la mayor ofensiva contra el fraude, también se ha creado la figura del auxiliar de validación, cuyo función será ponerse en la entrada del vehículo y evitar, por la vía del amable recordatorio, que alguien tenga un descuido y avance sin pagar. TMB recuerda que cualquiera que rebase la línea de validación sin pagar ya puede ser sancionado.
Las cifras de fraude y el bajón de usuarios del bus han forzado a TMB a reaccionar con rapidez. En este 2010, la empresa se ha marcado como objetivo principal combatir el hábito de viajar sin billete, lo que se ha traducido en un aumento del 12,5% del número de personas a las que se ha pedido el título en los primeros ocho meses del año. De los 1.174.586 ciudadanos a los que se ha revisado entre enero y agosto, 10.539 se habían colado (el 0,9% del total), lo que supone un aumento del 19,6% respecto al mismo periodo del año anterior.
Tras el permiso concedido por Interior, TMB se puso en contacto con la empresa de seguridad Metropolis, a la que hizo un pedido muy concreto: agentes de una cierta edad y dilatada experiencia en el sector, que sean conscientes de que no se trata de usar la fuerza, sino de infundir respeto y aplicar el sentido común. Está previsto que en lo que queda de año se realicen cerca de 1.800 horas de seguridad privada, lo que conllevará a la compañía un dispendio de 37.800 euros.
Para que el mensaje quede claro, mañana mismo arrancará una nueva campaña en bus y metro contra el fraude. Tras el éxito -según la valoración de TMB- de la anterior ofensiva de comunicación que tenía como lema ¿Te crees muy listo?, ahora es momento de recordar que El que la hace la pagay que el transporte quizás sea público, pero en ningún caso es gratis.
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