Los expertos en seguridad privada que realizaron las ponencias abogaron por un mayor y mejor empleo de la videovigilancia en locales, lugares de trabajo y domicilios para reducir este porcentaje de falsas alarmas, que obliga a movilizar sin motivo recursos públicos.
Otro de los puntos que se trataron fue el efecto que la Ley Omnibus tendrá en sector. El principal será la liberalización de la instalación de alarmas, con lo que cualquiera, y no sólo las empresas de seguridad autorizadas por Interior, podrá ofrecer ese servicio. Lo que no podrán hacer es conectar la alarma a una central de avisos, algo que seguirá reservado para las empresas homologadas.
Al respecto, José Iglesias, presidente de Aecra, señaló que todavía «es muy pronto para conocer el efecto real que esto tendrá en el sector», aunque confió en que las empresas «no se vea muy afectadas porque la gente seguirá apostando por la profesionalización».
De entrada, Iglesias explicó que podrían producirse dos efectos: «Primero, se supone que habrá más alarmas porque la liberalización hará que bajen los precios, lo que a su vez pude provocar un aumento de las falsas alarmas. Pero, por otro lado, como esa liberalización no alcanza a la alarmas conectadas a un centro de control, tampoco está muy claro que vaya a producirse esa aumento de alarmas falsas».
Pública-privada
La jornada fue inaugurada por el subdelegado del Gobierno, José Vázquez Portomeñe, y clausurada por el comisario de la Policía Nacional Manuel Teijeiro. Ambos incidieron en la importancia de la seguridad privada dentro de la seguridad ciudadana y de la necesidad de que el sector siga avanzando en Lugo.
Teijeiro añadió que este sector aporta a las fuerzas del orden «un plus de seguridad y otro plus de información».
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