La investigación del robo de obras de Miquel Barceló y Javier Mariscal en una vivienda particular situada en el Roc de Sant Gaietà (Roda de Barà) sigue abierta en busca de pistas que puedan esclarecer quién se llevó el preciado botín. Aunque el material robado eran regalos que tenía el propietario, la cifra económica de este botín nadie descarta que pueda alcanzar incluso el millón de euros.
El propietario de la vivienda se marchaba ayer por la mañana de Roda de Barà hacia Barcelona con una maleta repleta de objetos personales. Vecinos de la zona que conocían a la víctima explicaban que la casa carecía de alarma y tenía una cerradura sencilla. Incluso no había rejas en las ventanas y eso que era una planta baja
A todo el mundo le extrañaba que en esta casa hubiera obras de arte de Mariscal y Barceló, pero a su vez razonaban que al ser regalos personales por amistad personal, la propia víctima tampoco contemplaba que el montante económico fuera suficientemente motivo para aumentar la seguridad de la morada. Además, otro de los motivos de tanta confianza vecinal se debe a que en esta urbanización del Roc de Sant Gaietà, que es una entidad urbanística colaboradora, asume entre otras competencias la vigilancia nocturna. Precisamente, el vigilante fue a quién acudió la víctima cuando se percató del robo entorno a las 21 horas del pasado viernes.
Estudiando el golpe
El joyero retornaba ayer a Barcelona con otras pertenencias cuyo valor sentimental es mayor que el económico, pero que al ver la vulnerabilidad de la casa del Roc prefiere tenerlo a buen recaudo en su otra vivienda de la Ciudad Condal.
No obstante, según fuentes de la investigación, los ladrones que asaltaron la vivienda la tarde del pasado viernes sabían qué buscaban. El joyero teme que alguno de sus clientes (por ello también tenía piezas en Roda) pudiera haber sido de forma directa o indirecta la fuente de información que explicara el paradero de las obras robadas.
A todo el mundo le extrañaba que en esta casa hubiera obras de arte de Mariscal y Barceló, pero a su vez razonaban que al ser regalos personales por amistad personal, la propia víctima tampoco contemplaba que el montante económico fuera suficientemente motivo para aumentar la seguridad de la morada. Además, otro de los motivos de tanta confianza vecinal se debe a que en esta urbanización del Roc de Sant Gaietà, que es una entidad urbanística colaboradora, asume entre otras competencias la vigilancia nocturna. Precisamente, el vigilante fue a quién acudió la víctima cuando se percató del robo entorno a las 21 horas del pasado viernes.
Estudiando el golpe
El joyero retornaba ayer a Barcelona con otras pertenencias cuyo valor sentimental es mayor que el económico, pero que al ver la vulnerabilidad de la casa del Roc prefiere tenerlo a buen recaudo en su otra vivienda de la Ciudad Condal.
No obstante, según fuentes de la investigación, los ladrones que asaltaron la vivienda la tarde del pasado viernes sabían qué buscaban. El joyero teme que alguno de sus clientes (por ello también tenía piezas en Roda) pudiera haber sido de forma directa o indirecta la fuente de información que explicara el paradero de las obras robadas.
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