Se encontraba internado en el área de psiquiatría de Nuestra Señora de La Candelaria
çANTONIO HERREROSANTA CRUZ DE TENERIFE Deyan Valentinov Deyanov, el búlgaro nacido en la ciudad de Ruse, al lado del Danubio, el 4 de mayo de 1983, que decapitó a la británica Jennifer Mills Westley, de 60 años, el pasado 13 de mayo, en Los Cristianos (Arona), fue trasladado en la mañana de ayer desde el área de psiquiatría del Hospital de La Candelaria donde se encontraba ingresado a la prisión de Tenerife II, concretamente a la enfermería del centro, donde permanecerá hasta que la dirección determine cual será el módulo donde quedará recluido, según confirmaron fuentes de la cárcel a la opinión de tenerife.
Deyanov ingresó en el centro hospitalario el domingo 15 a las 11:00 horas, después de que el titular del juzgado de guardia de Arona decretase su ingreso en prisión, ya que la misma tarde en que llegó al recinto penitenciario el médico de Tenerife II determinó que no se encontraba en situación de estar recluido.
Durante las dos semanas en que ha permanecido ingresado estuvo permanentemente custodiado y vigilado por una pareja de policías nacionales las 24 horas del día.
Protocolo
A finales de la semana pasada circuló el rumor que Deyanov había logrado fugarse del hospital, algo falso, ya que lo único que sucedió fue una agresión a una auxiliar que acudió a atenderlo y que, según las fuentes sanitarias consultadas, no cumplió con el protocolo de actuación que determina que para este tipo de casos ha de entrar acompañada de un funcionario policial, cosa que no ocurrió.
Deyan Valentinov Deyanov se encontraba sedado, amarrado a la cama y con grilletes y era vigilado por una cámara de un circuito de televisión. Estas mismas fuentes relataron que durante el tiempo que permaneció recluido rezaba y hablaba en búlgaro.
Ayer, la preocupación era patente tanto entre los funcionarios como la población reclusa de Tenerife II, que no entendían como este individuo que debería estar en un hospital penitenciario, como Foncalent (Alicante) o Sevilla debido a su estado mental, era trasladado hasta una cárcel convencional compartiendo el módulo de la enfermería con otros presos, según relató una fuente de la cárcel de El Rosario.
Por otra parte, ayer prestaron declaración ante el Juzgado de Instrucción nº 2 de Arona, varios testigos de la decapitación de Jennifer Mills, tras solicitarlo el abogado defensor.
Entre las personas que acudieron a prestar declaración están los empleados del establecimiento chino donde ocurrió el asesinato y el vigilante de seguridad que trabaja en la oficina del Servicio Canario de Empleo, sito en las proximidades del edificio Valdes Center, de Los Cristianos que se enfrentó al búlgaro, ya que permitió que la víctima se refugiase en el interior de la misma durante varios minutos a la espera de que su perseguidor se marchara.
Inimputable
Deyan Valentinov podría ser declarado inimputable y aplicarse la eximente completa, lo que le exonera de responsabilidad criminal si se demuestra que en el momento de cometer la infracción penal, padecía un trastorno psicótico de tipo paranoico, que afectaba a sus facultades intelectivas y anulaba por completo su voluntad.
Como se recordará este individuo una vez decapitó a su víctima abandonó el comercio con la cabeza bajo el brazo mientras gritaba: "Soy el justiciero de Dios y vengo a hacer Justicia". Tan sólo logró caminar apenas 50 metros, ya que un joven italiano, David Balsamo le golpeó con un caso de moto en la cabeza y consiguió tirarlo al suelo cuando intentaba huir para que el resto de testigos pudieran retenerlo. Los testigos del hecho corroboraron que "estaba trastornado, no paraba de gritar que era un enviado de Dios en la tierra".
Hasta el propio alcalde de Arona, José Alberto González Reverón manifestó que: "Está claro que este hombre presenta serios desequilibrios mentales ya que se calificaba a si mismo como un profeta".
La Policía Local de Arona había intervenido con Deyan al menos en cuatro ocasiones y en los informes remitidos al Ayuntamiento se solicitaba que fuese retirado de las calles de Los Cristianos porque era un peligroso para el resto de los ciudadanos. Se da la circunstancia de que el Juzgado de Instrucción nº de Arona emitió una orden de búsqueda y detención contra Deyan Valentinov Deyanov, apenas tres días antes de que consumara su criminal agresión.
Deyanov ingresó en el centro hospitalario el domingo 15 a las 11:00 horas, después de que el titular del juzgado de guardia de Arona decretase su ingreso en prisión, ya que la misma tarde en que llegó al recinto penitenciario el médico de Tenerife II determinó que no se encontraba en situación de estar recluido.
Durante las dos semanas en que ha permanecido ingresado estuvo permanentemente custodiado y vigilado por una pareja de policías nacionales las 24 horas del día.
Protocolo
A finales de la semana pasada circuló el rumor que Deyanov había logrado fugarse del hospital, algo falso, ya que lo único que sucedió fue una agresión a una auxiliar que acudió a atenderlo y que, según las fuentes sanitarias consultadas, no cumplió con el protocolo de actuación que determina que para este tipo de casos ha de entrar acompañada de un funcionario policial, cosa que no ocurrió.
Deyan Valentinov Deyanov se encontraba sedado, amarrado a la cama y con grilletes y era vigilado por una cámara de un circuito de televisión. Estas mismas fuentes relataron que durante el tiempo que permaneció recluido rezaba y hablaba en búlgaro.
Ayer, la preocupación era patente tanto entre los funcionarios como la población reclusa de Tenerife II, que no entendían como este individuo que debería estar en un hospital penitenciario, como Foncalent (Alicante) o Sevilla debido a su estado mental, era trasladado hasta una cárcel convencional compartiendo el módulo de la enfermería con otros presos, según relató una fuente de la cárcel de El Rosario.
Por otra parte, ayer prestaron declaración ante el Juzgado de Instrucción nº 2 de Arona, varios testigos de la decapitación de Jennifer Mills, tras solicitarlo el abogado defensor.
Entre las personas que acudieron a prestar declaración están los empleados del establecimiento chino donde ocurrió el asesinato y el vigilante de seguridad que trabaja en la oficina del Servicio Canario de Empleo, sito en las proximidades del edificio Valdes Center, de Los Cristianos que se enfrentó al búlgaro, ya que permitió que la víctima se refugiase en el interior de la misma durante varios minutos a la espera de que su perseguidor se marchara.
Inimputable
Deyan Valentinov podría ser declarado inimputable y aplicarse la eximente completa, lo que le exonera de responsabilidad criminal si se demuestra que en el momento de cometer la infracción penal, padecía un trastorno psicótico de tipo paranoico, que afectaba a sus facultades intelectivas y anulaba por completo su voluntad.
Como se recordará este individuo una vez decapitó a su víctima abandonó el comercio con la cabeza bajo el brazo mientras gritaba: "Soy el justiciero de Dios y vengo a hacer Justicia". Tan sólo logró caminar apenas 50 metros, ya que un joven italiano, David Balsamo le golpeó con un caso de moto en la cabeza y consiguió tirarlo al suelo cuando intentaba huir para que el resto de testigos pudieran retenerlo. Los testigos del hecho corroboraron que "estaba trastornado, no paraba de gritar que era un enviado de Dios en la tierra".
Hasta el propio alcalde de Arona, José Alberto González Reverón manifestó que: "Está claro que este hombre presenta serios desequilibrios mentales ya que se calificaba a si mismo como un profeta".
La Policía Local de Arona había intervenido con Deyan al menos en cuatro ocasiones y en los informes remitidos al Ayuntamiento se solicitaba que fuese retirado de las calles de Los Cristianos porque era un peligroso para el resto de los ciudadanos. Se da la circunstancia de que el Juzgado de Instrucción nº de Arona emitió una orden de búsqueda y detención contra Deyan Valentinov Deyanov, apenas tres días antes de que consumara su criminal agresión.
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