Condenados dos hombres que asaltaron en moto el párking de Santo Domingo

Los atracadores no lograron su objetivo, pero cortaron al empleado con una navaja en un dedo

Planearon un atraco en moto al aparcamiento de Santo Domingo,
pero todo les salió mal. Acabaron siendo detenidos y ayer, en el
juzgado de lo Penal número 2 de Lugo, se reconocieron autores
del hecho para evitar que su acción les pudiera costar a cada uno
de los intervinientes dos años y diez meses de cárcel, que era lo
que pedía inicialmente el fiscal. Los autores del hecho aceptaron
 finalmente un año y diez meses y uno de ellos tendrá, además,
que someterse a siete días de localización permanente, por unas
lesiones.

Los condenados son E.A.P.R., y GG.L.D. El primero de ellos es
 dominicano y el segundo de origen cubano, aunque con
nacionalidad española.

Entre la una y media y las dos menos veinte de la madrugada del
26 de febrero de 2009, se dirigieron en una motocicleta al citado
aparcamiento. Uno de ellos, vestido con una cazadora blanca y
 cubriéndose la cabeza con un casco de moto, se bajó hasta la
cabina de control del aparcamiento. Mientras, el otro acusado
quedó fuera al frente de la motocicleta. Estaba preparado para
salir pitando cuando su colega hubiese conseguido todo el dinero
de la recaudación. La jugada les salió mal.

Preguntaron por un precio

Con la finalidad de tratar de despistar, el hombre que se bajó de la
motocicleta, se dirigió al vigilante de seguridad que estaba en la
cabina y, para despistar, le preguntó por una tarifa. Acto seguido el
 empleado salió de su emplazamiento para indicarle el panel donde
 figuraban los precios.

El asaltante aprovechó ese momento para sacar de una riñonera un
cuchillo de grandes dimensiones. Seguidamente, advirtió al vigilante
 que estaba siendo víctima de un atraco y que entregara todo el
dinero. Supuestamente, el trabajador le dijo al asaltante que cogiera
todo lo que quisiera. A pesar de ello, el autor del hecho siguió
esgrimiendo el cuchillo y, en un momento, dado le efectuó un corte en
 el dedo anular de la mano derecha. Le ocasionó una herida incisa en
el cuarto dedo que no precisó tratamiento médico.

Como consecuencia del asalto, el empleado sufrió un cuadro de estrés
 postraumático grave con depresión asociada. Para su curación precisó
 tratamiento médico y 300 días, de los cuales 100 estuvo impedido para
sus ocupaciones habituales.

El acusado no logró apoderarse del dinero dado que el vigilante se
refugió en la cabina y el ladrón tuvo que marchar con su compañero en
 la motocicleta con rapidez. Posteriormente, fue avisada la policía que
localizó a los asaltantes, los detuvo y los puso a disposición judicial.