jueves, 23 de junio de 2011

A golpe limpio contra los socorristas


Rescatan a una niña serbia de la piscina municipal... y 30 familiares les golpean y amenazan


La temporada de baño en las piscinas públicas de Madrid ha empezado como acabó: con agresiones al personal de las instalaciones. El año pasado hubo una veintena y hasta el momento ya van tres, explicaron ayer desde la Sección Municipal de Deportes de UGT. El último episodio tuvo por escenario la piscina municipal de Entrevías, situada en el distrito de Puente de Vallecas. Ocurrió la tarde del martes, cuando a las 18.30 horas los socorristas de las instalaciones observaron a una niña en el fondo de la pileta sin manguitos, ninguna protección ni la supervisión de adultos. Se dispusieron a rescatarla.
De inmediato, según narra el delegado de prevención de UGT, Eulalio Hernández, en base a la denuncia de las tres víctimas, los trabajadores fueron rodeados por un nutrido grupo de entre 25 y 30 personas, todos ellas familiares de la menor, de 5 años de edad y de origen serbio.

«No vais a salir vivos...»

«No les dejaban actuar ni realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar básicas. Se puso a hacerlas el padre, mientras el resto del grupo les criminalizaban, golpeaban, insultaban y amenazaban de muerte por la situación. «No vais a salir vivos de aquí», añade.
La situación llegó a tal extremo, que los socorristas tuvieron que refugiarse en el botiquín, bajo llave, mientras sus compañeros llamaban al 091. Entonces, la enfermera y el médico de las instalaciones, a los que rechazaron también en primera instancia, pudieron acercarse por fin a la pequeña y auxiliarla. No corría peligro. «Si le llega a pasar algo a la niña, no quiero imaginar cómo habría acabado la historia», indica Hernández.
Los socorristas, sin embargo, tuvieron que marcharse escoltados por los agentes y fueron directos a comisaría, a denunciar la agresión y las amenazas de muerte; eso s, sin identificar a los agresores por miedo a represalias, según su relato. «Más que los golpes que recibieron —patadas y puñetazos— y los insultos, lo peor son los daños psicológicos que sufrieron, que no son pocos y que provocan su temor a ir a trabajar», recalcó Hernández. Sufrieron diversos hematomas y, tras acudir a la mutua, ayer por la tarde tenían previsto visitar al médico de cabecera, que determinaría si les daba de baja.
La piscina quedó cerrada tras el incidente, dado que se quedó sin socorristas. Durante la mañana de ayer tampoco abrió, debido a que faltaba personal; lo hizo, al final, por la tarde. UGT aseguró ayer que iba a denunciar lo sucedido, al igual que ya había hecho con las otras dos agresiones de la temporada, que se augura «calentita», tal y como explicó Juan Carlos Rodríguez, responsable del servicio municipal de Deportes de UGT.
El primer episodio sucedió el mismo día que arrancó la temporada, el 28 de mayo, esta vez en la piscina municipal de San Fermín (Usera). Varios empleados —un socorrista y un encargado— fueron agredidos cuando trataban de mediar en una agresión entre dos usuarios. La segunda ocurrió hace diez días en la de Orcasitas, en el mismo distrito, y las víctimas fueron dos vigilantes de seguridad.
Ante estos hechos, el sindicato acusó ayer al Ayuntamiento de Madrid de incumplir el protocolo de prevención firmado para erradicar la violencia en las instalaciones deportivas, que incluye la presencia habitual de Policía Municipal en los centros más conflictivos. «No es cierto. La Policía está acudiendo a hacer rondas en los lugares más conflictivos, entre los que no se encuentra Entrevías», indicaron fuentes municipales. Además de esa piedra angular, el protocolo tiene otras dos: la presencia de mediadores socioculturales, que ya están en activo, y la reforma de las instalaciones, aspecto este último sujeto a la disponibilidad presupuestaria.

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