Los españoles prefieren tener el máximo de seguridad aunque eso pueda implicar perder algo de libertad. Esa es una de las conclusiones más significativas del barómetro del CIS. Un 63,5?% de los encuestados expresan esa predilección, frente a un 28,3?% que optan por lo contrario, disponer de la máxima libertad aunque tengan que renunciar a una parte de su seguridad. En esa línea, el 68,3?% son favorables a la utilización de las cámaras de seguridad o videovigilancia, por solo un 13,7?% en contra.
También llama la atención que una mayoría de los ciudadanos encuestados (más del 66?%) consideran que el mundo y la sociedad española son hoy más inseguros que hace cinco años. Sin embargo, solo un 39,4?% aseguran que su barrio o pueblo es menos seguro que antes, por un 16,3?% que estiman todo lo contrario. Es decir, que la sensación de inseguridad es menor en el entorno más cercano, ya que la suma de quienes perciben igual o más seguro el lugar donde viven se eleva al 57?%, más que a nivel estatal o incluso mundial. Los delitos de los que los españoles creen muy o bastante probable ser víctimas en su barrio son los menos graves -actos de gamberrismo o vandalismo, sustracción de objetos del vehículo, robo del bolso o la cartera-, mientras la agresión personal y sexual son los que menos consideran que pueden padecer.
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