lunes, 13 de septiembre de 2010

Salud cifra en siete las agresiones físicas al personal sanitario de Almería este año

Los sindicatos piden más medios y refuerzo en la plantilla de seguridad de los centros de salud

Las agresiones físicas se siguen produciendo en el sector sanitario. En la mayor parte de los casos se trata de usuarios de centros de salud u hospitales que acaban golpeando al personal que trabaja en estos espacios públicos. En lo que llevamos de año, un total de siete trabajadores de la provincia han sufrido algún tipo de agresión. Unas cifras que de momento están lejos de las que se registraron el pasado año cuando veintidós personas fueron agredidas.
El pasado 16 de agosto, un celador de un centro sanitario de la localidad de Sorbas fue agredido por un usuario mientras desarrollaba su trabajo. El ataque le produjo importantes lesiones que obligaron a su traslado al Hospital Torrecárdenas para prestarle la debida atención médica. Ésta es la última agresión que se conoce hasta la fecha.
Según datos de la Delegación provincial de Salud de la Junta de Andalucía, en lo que llevamos de año «se ha producido un descenso» en cuanto al número de agresiones físicas a personal sanitario en la provincia de Almería. Desde el 1 de enero de este año y hasta la fecha han tenido lugar siete agresiones físicas, mientras que durante todo el año anterior, el 2009, se produjeron un total de veintidós.
Fuentes sanitarias precisaron que lo más habitual es que la persona que es agredida denuncie solo las agresiones físicas, por lo que apenas existen cifras sobre agresiones verbales. «Cada vez que se produce una agresión, hecho totalmente rechazable, se ponen en marcha todas las medidas acordadas dentro del plan contra las agresiones de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía», explicó Manuel Lucas, delegado provincial de Salud. En este sentido ofrecen al agredido tanto ayuda psicológica como jurídica, además de personarse la administración pública en el proceso judicial.
Asimismo, y en el marco de este plan contra las agresiones, se realizan cursos de formación para el manejo de situaciones conflictivas y se continúa el proceso para dotar a los centros sanitarios de timbres de aviso y, de ser necesario, cámaras y vigilantes de seguridad. Desde la Delegación de Salud en Almería subrayan en esta línea que «la inmensa mayoría de los ciudadanos tienen un comportamiento totalmente cívico». Las distintas organizaciones sindicales demandan más medios para impedir que estas agresiones se produzcan. La central de funcionarios CSI-F manifiestan su rechazo e indignación hacia estas conductas agresivas que sufren los profesionales de la sanidad «de forma injustificada y que desgraciadamente son frecuentes». Además desde este sindicato recuerdan que «en los centros sanitarios donde los profesionales se encuentran trabajando, la mayoría de las veces a merced del agresor de turno, están sin medidas de protección suficientes».
La central sindical asimismo pide a los usuarios de los servicios sanitarios su apoyo a los profesionales siempre que se produzca algún acto violento de este tipo, ya que a juicio del sindicato, la colaboración ciudadana es «fundamental» para erradicar las agresiones.
Más personal de seguridad
Algunas de las reivindicaciones de las organizaciones sindicales pasan por reforzar la seguridad de los centros sanitarios con más personal destinado a este fin y con el refuerzo del Plan de Prevención de Agresiones para los Profesionales. «Hasta ahora los esfuerzos de la Administración se han centrado en los profesionales facilitando formación en habilidades para el manejo de situaciones conflictivas, pero también deben adoptarse medidas enfocadas a los usuarios», explicó Comisiones Obreras (CC OO) en un comunicado. A juicio de CC OO es insostenible que «con la situación de violencia actual sigan manteniéndose estas tesis para justificar la demora en la dotación de personal de seguridad en todos los centros sanitarios».
Este sindicato apunta asimismo que «el paciente percibe un déficit en la atención y espera ver cumplidas unas expectativas sobredimensionadas por las Administraciones públicas, y por este motivo termina pagando su frustración con los trabajadores, ya que piensa que el mal funcionamiento es una consecuencia de que éstos no realizan bien su trabajo, cuando los trabajadores somos víctimas de la situación».
Comisiones Obreras, además, puntualiza que está detectando que las agresiones tanto físicas como verbales -insultos, injurias y amenazas- son «muy habituales» en el día a día de los trabajadores sanitarios, pero por distintas razones de los propios trabajadores estas agresiones no suelen registrarse de modo formal y por tanto, no constan en las estadísticas del Plan de Prevención de Agresiones para los Profesionales del Servicio Sanitario Público de Andalucía.

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