viernes, 10 de junio de 2011

Revientan el escaparate de Loewe y se llevan veinte bolsos

El género sustraído por un encapuchado está valorado en unos 20.000 euros

  
Una veintena de bolsos de cuero y otros objetos de exposición es el balance del robo cometido en la madrugada del jueves en la tienda que la firma de lujo Loewe tiene en la Plaza Nueva. El suceso ocurrió alrededor de las 3:15. Varios vecinos de la zona llamaron al 091 para alertar de que una persona encapuchada se encontraba golpeando con un mazo uno de los escaparates laterales que dan a la calle Jaén. La Policía confirmó que no hay grabaciones del atraco.

Todo sucedió en apenas dos minutos, según relató a Diario de Sevilla Santiago, portero de la finca en la que se encuentra el comercio: "Fue todo muy rápido. Yo estaba durmiendo en mi domicilio cuando escuché la alarma. Eran las 3:13. Aquí es normal que se escuche alguna que otra por la noche".

Al parecer, alertado por la sirena, la primera persona que llegó a la tienda fue un vigilante de seguridad privado que tienen contratado varias empresas de la zona: "Es como un sereno que está aquí por las noches para que no pase nada, pero cuando llegó ya era tarde. No se encontró a nadie". Avisados por la central de alarmas en pocos minutos llegaron al lugar de los hechos la directora y el encargado del establecimiento.

La directora, María Macarro, confirmó a este periódico que en el robo sólo se habían llevado algunos objetos de los que estaban en exposición, "unos bolsos y otros artículos de cuero". El género sustraído está valorado en unos 20.000 euros. El autor del robo también llegó hasta una habitación privada que tienen los empleados de la tienda y, aunque forzó la cerradura, no causó destrozos mayores en su interior.

La tienda Loewe permaneció cerrada durante gran parte de día de ayer. A media mañana, todavía era visible el enorme boquete, de un metro de diámetro aproximadamente, que abrió el caco para adentrarse en la tienda. También era notorio el trabajo realizado por la Policía Científica, que había buscado huellas y otras pistas durante toda la noche y la mañana.

La establecimiento, que carece de reja metálica, cuenta con la única protección de la luna del escaparate para evitar el acceso, aunque éste cuenta con el suficiente grosor para proteger de posibles agresiones.

En mayo de 2004, se produjo un suceso similar en la calle Jaén, justo en la otra esquina de la tienda de Loewe. Tres personas partieron a martillazos las lunas de la relojería Shaw, mientras bloqueaban la salida con un vehículo. Todo ocurrió a mediodía y consiguieron llevarse todos los relojes de los escaparates y huir en una motocicleta de gran cilindrada.

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