'Nos insultaban y escupían mientras treinta agentes nos hacían un pasillo para salir'
Él y otros seis docentes salen de la Facultad escoltados por treinta agentes
Jóvenes con pasamontañas deslumbraban con el flash a los vigilantes y llevaban un palo
El decano de Derecho admite que 'se ha creado miedo' y no descarta más incidentes
Los estudiantes se desmarcan de los ataques y culpan a 'gente que estaba de botellón'
IVÁN PÉREZ NOA DE LA TORRE
VALENCIA.- Mariano García Pechuán, profesor de Derecho del Departamento de Constitucional de la Universitat de València, se sumó en la noche del jueves como público a la mesa electoral que realizaba el recuento de los votos emitidos por docentes y estudiantes durante toda la jornada para elegir el nuevo Claustro. Nunca imaginó que la cena que tenía prevista con un compañero presente en la mesa sería sustituida por el lamentable incidente que terminó con él y otros seis profesores escoltados por una treintena de agentes de la Policía Nacional.
Los comicios en la universidad valenciana se celebraron este jueves con el polémico telón de fondo de la implantación del Proceso de Bolonia, lo que ha provocado en las últimas semanas distintas protestas y encierros en facultades promovidos por el colectivo de estudiantes. Pequeños incidentes en todos los casos que nada tienen que ver con lo vivido en la madrugada del jueves al viernes en el Campus de Tarongers, a las puertas de la Facultad de Derecho.
"Al intentar irnos a casa, nos encontramos entre setenta y ochenta personas agolpadas en las dos puertas de acceso laterales al vestíbulo del salón de grados", comenta Mariano, quien añade que los allí presentes "gritaban y aporreaban los cristales, algunos de ellos con pasamontañas y en un tono muy provocativo".
La Asamblea de Estudiantes se ha desmarcado de los ataques, ha asegurado que no fueron ellos quienes acorralaron a los profesores y ha recordado que todos los jueves se reúnen muchos jóvenes en el Campus para hacer 'botellón'. "Los que se acercaron a la puerta no eran estudiantes de los que están acampados", aseguran fuentes de la Asamblea.
Con los seis vigilantes de seguridad de la Universitat "desbordados" por la situación, el profesor asegura que empezó a sentir "miedo". "Los que llevaban la cara tapada, de los que no podemos asegurar que sean estudiantes, comenzaron a hacer fotos con flash a los vigilantes para deslumbrarlos, incluso uno de ellos llevaba un palo".
En ese momento, teniendo en cuenta las recomendaciones del equipo de seguridad de la universidad y la creciente tensión del grupo de jóvenes que mantenía sitiado el edificio, el decano de la Facultad de Derecho, Carlos Alfonso, decidió llamar a la policía, que acudió "en apenas veinte minutos".
El profesor de Derecho destaca la "profesionalidad" de la Policía Nacional, que envió una avanzadilla con dos agentes de paisano para comprobar que todas las salidas del edificio estaban bloquedas, y diez minutos después se presentó con una treintena de agentes para ejecutar el "plan de evacuación" propuesto a los siete docentes que permanecían encerrados en la Facultad.
Mariano García señala que los policías les instaron a no salir en busca de sus coches para evitar posibles agresiones personales y daños en los vehículos, tras lo cual dispusieron un cordón policial con agentes a ambos lados para facilitar la evacuación. "Mientras salíamos por el pasillo que hizo la policía, los estudiantes nos insultaban y nos escupían desde ambos lados", relata el docente, quien confiesa que "nos sentimos como concejales de Ermua atacados por la 'kale borroka'".
El profesor del departamento de Derecho Constitucional declara que, "por suerte, a las tres de la madrugada había una riada de taxis en la zona, de los que recogen a los chicos que hacen 'botellón' los jueves en Tarongers, y la Policía nos acompañó para que pudiéramos cogerlos e irnos a casa".
El sentimiento de preocupación e indignación del profesor universitario es mayor si cabe, teniendo en cuenta que es uno de los docentes que ha hablado en varias ocasiones con los alumnos y se ha mostrado favorable a su causa: "Conozco bien el Proceso de Bolonia por mi experiencia internacional y sólo puedo decir que Alemania se ha apeado del mismo".
Mariano considera que la movilización estudiantil "fue ejemplar hasta hace una semana, con una reivindicación en tono festivo, ideas originales y pancartas graciosas", y denuncia la "radicalización" de la protesta en los últimos días con la entrada en escena de "grupos de estudiantes de otros campus, 'okupas' y gente antisistema en general".
El profesor de Derecho considera "intolerable" esta "situación de riesgo" y cree que el decano "no ha atendido" correctamente el asunto. Precisamente el decano, Carlos Alfonso, se encontraba presente este jueves junto a García Pechuán y otros cinco docentes en el lamentable incidente de Tarongers. Juanto a ellos, el vicedecano y candidato continuista al Decanato, Salvador Montesinos, el aspirante reformista Guillermo Palau, la secretaria de la Facultad y otros dos profesores, de derecho romano y del trabajo.
Por su parte, el decano de la Facultad de Derecho ha anunciado este viernes que denunciará el incidente del Campus de Tarongers porque "no puedo tolerar que a mis profesores se les intimide". Carlos Alfonso reconoció que "se ha llegado al inadmisible riesgo físico y a crear miedo entre los profesores".
Lejos de tranquilizar a la comunidad educativa, Alfonso concluyó admitiendo que "se pueden producir incidentes en cualquier momento".
elmundo.es
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