La policía ha desarticulado una banda de ladrones a la que se le imputan dos robos en joyerías de Málaga. En uno de los asaltos, llegaron a maniatar y amordazar al dueño. Ahora, planeaban un golpe a un vehículo blindado
Hasta el momento, supuestamente habían asaltado dos joyerías. Pero querían medrar. Estaban planeando, según la investigación, el asalto al furgón del dinero. Sin embargo, la policía seguía de cerca sus pasos y logró frustrar el golpe. Seis presuntos integrantes de la banda han sido detenidos.Con estos arrestos, los investigadores consideran desarticulado este grupo organizado supuestamente especializado en atracos a joyerías. Los agentes han detenido en Fuengirola, concretamente en la zona de Torreblanca, a seis personas (cuatro hombres y dos mujeres) de origen sudamericano.La policía ha realizado dos registros en domicilios vinculados con la banda y ha recuperado joyas y relojes presumiblemente procedentes de robos. No en vano, los investigadores les imputan dos atracos en joyerías de Málaga capital y un 'cogotazo' (robo con violencia) en Torremolinos, informó ayer la Dirección General de la Policía.Uno de los asaltos que les atribuyen ha dado nombre a la operación policial. Se trata del atraco a la joyería Márquez, situada en la avenida de La Luz, donde en septiembre tres ladrones desvalijaron el negocio tras maniatar y amordazar al dueño. También se les achaca un robo con intimidación en una joyería de la calle Mármoles.Los agentes del Grupo de Atracos de la Policía Nacional no descartan su participación en otros hechos cometidos en localidades de la franja mediterránea, según fuentes cercanas al caso. Los investigadores han descubierto que tenían «perfectamente planeado» el robo a un furgón blindado en Fuengirola.Las pesquisas que han desembocado en estas detenciones comenzaron en septiembre, cuando se detectó su presencia en la Costa. Según la nota policial, el grupo no escogía sus objetivos al azar. Los días previos al robo realizaban vigilancias de posibles objetivos, analizaban el comportamiento de los dueños, empleados y clientes, así como los horarios y vías de escape. La banda estaba perfectamente organizado y jerarquizada. Cada miembro tenía su rol dentro del grupo. El líder de la organización dirigía los golpes, reclutaba a atracadores argentinos por todo el país y creaba la infraestructura para acogerlos en Málaga. Una de las arrestadas, según la policía, recogía información de los objetivos los días previos al golpe. Y otro de los sospechosos, al parecer, era el encargado de conseguir las motos de gran cilindrada que empleaban para escapar de los asaltos.
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