Tres personas han perdido la vida y más de una decena han resultado heridas graves en la provincia de Sevilla por delitos de este tipo entre los meses de mayo y octubreFernando Pérez Ávila Actualizado 16.11.2008 - 05:03
Tres muertos y más de una decena de heridos graves es el balance que se ha cobrado en los últimos seis meses una de las modalidades delictivas que más ha crecido en Sevilla: los atracos a mano armada. El incremento de este tipo de delitos a causa de la actual crisis económica -los robos con fuerza han subido un 20% entre 2007 y 2008- es además una de las razones clave que explican el aumento general de la delincuencia en la provincia este año.Ya en enero la Policía Nacional detectó un incremento importante de los asaltos a mano armada en Sevilla. A principios de año salieron de la cárcel varios atracadores que habían cumplido ya su condena y volvieron pronto a delinquir. Esta circunstancia coincidió en el tiempo con la propia evolución experimentada por las bandas de jóvenes delincuentes que cometían pequeños robos cuando eran menores de edad y ya con más experiencia saltaron a los atracos con armas de fuego.Entre enero y abril el Grupo de Atracos detuvo a más de 80 personas por su presunta participación en estos delitos. En esa estadística sólo se incluían los atracos con armas de fuego. La gravedad de la situación económica a partir del verano terminó por disparar las estadísticas.No sólo ha aumentado el número de atracos sino también la agresividad de los delincuentes. Lo constatan tanto los datos como la propia percepción de varios agentes de la Policía Nacional consultados por este periódico. Desde el 24 de mayo hasta hoy han fallecido tres personas. Aquel día murió el ciudadano chino Jin Ling Min, dueño del bar La Pará, en Triana, asesinado por un delincuente que entró a robarle y terminó asestándole más de una decena de puñaladas para evitar que lo reconociera ante la Policía.El 15 de julio falleció tiroteado Jerónimo Luna Torres, vigilante de seguridad de la empresa Prosegur cuando se disponía a realizar un traslado de fondos en el Viso del Alcor. La última muerte es la del pasado viernes 31 de octubre. El atracador Bernardo Mingorance murió en el supermercado Bonsabor de la Gran Plaza después de que el comisario de la Policía Nacional Jesús Gómez Palacios resultara herido de gravedad al evitar el robo.Entre estas tres muertes median también una ristra de atracos a comercios a un ritmo de casi uno al día. Las sucursales bancarias han dejado de ser los principales objetivos de los delincuentes, que han centrado sus miras en los supermercados. Para un atracador es mucho menos arriesgado robar en un comercio de este tipo que en un banco, que cuenta con extremas medidas de seguridad y que además tiene un sistema de bloqueo de dinero que impide al ladrón llevarse una cantidad demasiado elevada.Los supermercados son objetivos mucho más sencillos. Los robos suelen ocurrir a última hora de la tarde, coincidiendo con la hora de cierre, cuando más dinero hay en la caja. Entre las ocho y las ocho y media se producen la mayoría de los atracos a mano armada, pese a que a esta hora los comercios suelen estar llenos de gente. Los robos se ejecutan de manera muy rápida y el atracador apenas pasa un minuto en el interior del comercio. Generalmente son dos ladrones los que participan: uno de ellos entra en el negocio con el arma en la mano y encañona a algún empleado para que le entregue el dinero de la caja mientras su compañero espera fuera con un ciclomotor en marcha. Suelen ir con los rostros cubiertos por cascos o pasamontañas para que nadie los identifique. Cada vez más, los delincuentes se comportan con extrema violencia y golpean a los empleados si éstos se resisten o incluso abren fuego para intimidar. Pese a que el último atraco ocurrido en la Gran Plaza fue con pistolas reales, en la mayoría de los casos las armas suelen ser de fogueo o simuladas. Tan sólo una semana antes del asalto al Bonsabor hubo un atraco con una pistola de fogueo en un establecimiento de la cadena El Jamón de la ronda de Pío XII. El atracador disparó e hirió levemente en la frente al encargado del supermercado, que sufrió quemaduras en la frente por el roce del disparo. En otras ocasiones se utilizan incluso pistolas de juguete. Hace unos meses una banda de delincuentes asaltó una sucursal de Correos del Polígono de San Pablo con una pistola de juguete que luego arrojaron en su huida. En los últimos meses también han proliferado los atracos a las gasolineras y estaciones de servicio y a los salones de juego. Entre las primeras destaca el asalto al surtidor de la ronda de Capuchinos, en el que resultaron heridos dos trabajadores después de ser golpeados con la culata de un arma de fuego. La asociación de empresarios de salas recreativas ha firmado un convenio de colaboración con la Policía Nacional para tratar de reducir estos delitos. Un empleado de un salón de Dos Hermanas estuvo a punto de morir asfixiado por unos atracadores a principios de año y fue descubierto inconsciente por unos clientes que posiblemente le salvaron la vida. En cambio, han descendido los asaltos a joyerías, que también cuentan con medidas de seguridad más avanzadas.Además de los atracos a comercios, han crecido de manera notable los robos en viviendas. En este capítulo se han registrado episodios especialmente violentos como el sufrido por un constructor de Dos Hermanas que fue golpeado con una pala en la cabeza a finales del verano.
diariodesevilla.es
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