Comercios, bancos, edificios públicos... cuentan con estos dispositivos.
Ya se instalan las de San Francisco y también habrá en buses y taxis.
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Las polémicas cámaras de videovigilancia que se instalan ya en la bilbaína calle de San Francisco no serán las únicas en observar los movimientos de los ciudadanos. En realidad, son muchas más. Hasta 10.000 cámaras, según calculan los expertos en seguridad, hay instaladas en la ciudad. Toca a una por cada 35 vecinos de Bilbao.
Ya se instalan las de San Francisco y también habrá en buses y taxis.
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Las polémicas cámaras de videovigilancia que se instalan ya en la bilbaína calle de San Francisco no serán las únicas en observar los movimientos de los ciudadanos. En realidad, son muchas más. Hasta 10.000 cámaras, según calculan los expertos en seguridad, hay instaladas en la ciudad. Toca a una por cada 35 vecinos de Bilbao.
Sucursales bancarias, edificios públicos, policías, farmacias, carreteras, transportes públicos, comercios de todo tipo y, por supuesto, empresas privadas. Los ciudadanos, ya sean conductores, clientes, delincuentes o simples trabajadores sienten el ojo avizor. Y muchos de ellos, sobre todo en el caso de las empresas, sin saberlo.
"Se instalan para vigilar, sobre todo las cajas registradoras y controlar al empleado", explican en una conocida tienda especializada en vigilancia.
Pero, ¿cuáles son legales y cuáles no? La Ley de Seguridad Privada de 1992 y la Agencia de Protección de Datos establecen dos requisitos fundamentales. Las cámaras deben estar sujetas a autorización y registradas y, después, se debe avisar con carteles visibles.
Los próximos espacios públicos en estar vigilados con cámaras serán los taxis, –algunos ya han instalado el sistema– y los Bilbobus.
"Se instalan para vigilar, sobre todo las cajas registradoras y controlar al empleado", explican en una conocida tienda especializada en vigilancia.
Pero, ¿cuáles son legales y cuáles no? La Ley de Seguridad Privada de 1992 y la Agencia de Protección de Datos establecen dos requisitos fundamentales. Las cámaras deben estar sujetas a autorización y registradas y, después, se debe avisar con carteles visibles.
Los próximos espacios públicos en estar vigilados con cámaras serán los taxis, –algunos ya han instalado el sistema– y los Bilbobus.
¿Una manera de aumentar la seguridad o un forma de violar la intimidad de los ciudadanos? Las cámaras de seguridad que se instalan en la calle San Francisco generan distintas opiniones entre los vecinos.
La Coordinadora de Grupos de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala, que reúne a una veintena de colectivos sociales, está radicalmente en contra de las cámaras.
La Coordinadora de Grupos de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala, que reúne a una veintena de colectivos sociales, está radicalmente en contra de las cámaras.
«El vecindario no quiere ser coartado con actuaciones que nada tienen que ver con la rehabilitación social y el desarrollo comunitario que nuestros barrios necesitan», dijo ayer esta plataforma en un comunicado.
La asociación vecinal 48003 Bilbao, que lleva meses apuntando con el dedo a las viviendas donde se cometen delitos, está a favor.
"Creemos que este tipo de medidas no son suficientes, pero si pueden ayudar a aumentar la seguridad, adelante», dijo ayer su portavoz, Ángel Tejedor.
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La asociación vecinal 48003 Bilbao, que lleva meses apuntando con el dedo a las viviendas donde se cometen delitos, está a favor.
"Creemos que este tipo de medidas no son suficientes, pero si pueden ayudar a aumentar la seguridad, adelante», dijo ayer su portavoz, Ángel Tejedor.
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