miércoles, 19 de octubre de 2011

REGIÓN MURCIA «Mi hijo ha salvado la vida de milagro»


Juan Miguel G.M., un joven aguileño de 29 años, se encuentra desde el domingo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Virgen de La Arrixaca de Murcia tras recibir presuntamente una paliza en la discoteca Tuareg de Águilas. Con el cráneo fracturado por tres partes y un coágulo en la cabeza, el chico despertó ayer del estado de coma en que había estado los últimos días y evoluciona favorablemente. Su familia asegura que fue un portero de esta discoteca el que agredió al joven y sostiene que ya ha interpuesto una denuncia penal contra este establecimiento. «Él intentó entrar y el vigilante le dio un puñetazo en la cara, cayó al suelo y se golpeó la cabeza con un bordillo», relataba ayer Catalina Martínez, su madre. «Mi hijo está vivo de milagro».
La presunta agresión se produjo el pasado sábado en torno a las 5.30 horas de la madrugada. Juan Miguel había salido esa noche con unos amigos y habían acabado la marcha en la discoteca aguileña, que abría por primera vez al público en horario de invierno. «Mi hijo iba algo bebido y estaba, junto a otro compañero, peleándose con otro chico». Para cortar de raíz esta discusión, un vigilante de seguridad del establecimiento agarró al joven y lo sacó del local. Una actuación que Catalina considera adecuada. «Yo eso lo veo bien. Si se está portando mal, sácalo a la calle», sostiene. Una vez en la puerta, la familia explica que el chico trató de volver a entrar y, en ese momento, el vigilante de la puerta le propinó presuntamente un puñetazo en la cara que le hizo caer al suelo y golpearse contra un bordillo. «Él se quedó inconsciente y no llamaron a una ambulancia», denuncia.
Tras esta presunta agresión, algunos clientes alertaron a los amigos del joven del estado de éste y ellos -tal y como relataba uno de ellos a este diario- se encargaron de llevarlo por sus propios medios al centro de salud norte de Águilas. Mientras tanto, unas jóvenes habían alertado a Cruz Roja al ver al joven tendido en la acera y ésta llegó a mandar una ambulancia. «Los de Cruz Roja le preguntaron a las chicas y éstas les dijeron que un portero había pegado a un chico», relataba la madre.
Los amigos trasladaron a Juan Miguel al centro de salud, pero la familia denuncia que «allí no le hicieron ninguna prueba y lo mandaron para casa». Tras salir del ambulatorio, el joven se desorientó y fue encontrado, ya en torno a las diez de la mañana, por un hombre en un portal sangrando por un oído. Catalina denuncia que el joven fue trasladado de nuevo al centro de salud y de ahí al hospital Rafael Méndez de Lorca, «sin que le miraran bien» y sin que nadie le avisara del estado de su hijo. Sobre las tres de la tarde, el chico llegó a su casa «vomitando sangre y cayéndole sangre por un oído». Su madre asegura que él no paraba de quejarse del dolor en la cabeza.
Ya acompañado de su familia, el chico regresó al Rafael Méndez y, tras unos análisis y unas radiografías, fue trasladado en una UCI móvil a La Arrixaca, donde quedó ingresado. «La agresión me duele, pero me duele mucho también la asistencia sanitaria que se le ha dado», explicaba ayer la madre. «Hasta que nosotros llegamos nadie le hizo ni caso». Tras cerca de dos días en coma, Juan Miguel despertó ayer y pudo mantener una corta conversación con su madre. «Él no recuerda nada, ni que estuvo en la discoteca», lamentaba Catalina. «No sabe ni el día que es».
La familia del joven interpuso este domingo una denuncia ante la Guardia Civil de Águilas -que ya está investigando este asunto- por la presunta agresión del portero de la discoteca y está dispuesta a llegar al fondo de la cuestión. «Este tipo de gente es una inseguridad», recalcaba ayer la familia. «Los ponen para mantener el orden y son un peligro».
Fuente: laverdad.es

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