domingo, 30 de octubre de 2011

La prioridad debe ser el empleo, no los ajustes

El aumento del paro en el tercer trimestre del año, según datos de la EPA, revela la preocupante situación de nuestra economía (en los meses de verano es cuando más empleo se crea en nuestro país, dada nuestra estructura productiva). UGT advierte que no son reformas laborales ni modificaciones en los tipos de contrato los que crean empleo, sino la actividad económica. Destaca que en ese trimestre han desaparecido 160.700 puestos de trabajo indefinidos y apenas ha crecido la contratación temporal, pese a la época turística. El sindicato achaca la parálisis de la actividad a las políticas de recorte de gasto que se están aplicando en España, a la falta de crédito y a las erróneas decisiones que se están adoptando desde Europa. Alerta sobre la destrucción de empleo en el sector público y sobre el peligro de los recortes de gasto que se están llevando en determinadas Comunidades, en materias como educación, sanidad o servicios a la sociedad. Frente a estas políticas de ajuste, el sindicato propone priorizar el rescate de la actividad económica, del empleo y de la cohesión social, no el de los bancos.
Los datos de la Encuesta de Población Activa referentes al tercer trimestre del año 2011 que ha publicado hoy el INE recogen un aumento del número de desempleados, de 144.600 personas frente al trimestre anterior, lo que sitúa la tasa de paro en el 21,5% de la población activa, seis décimas más respecto al segundo trimestre del año, y 1,7 puntos por encima de la recogida hace un año. Además, la población ocupada desciende en 146.700 personas, lo que supone un descenso del 0,8% respecto al trimestre anterior.
Por su parte, la población activa desciende en 2.100 personas, aunque al distinguir por sexos, se produce un aumento masculino (del 0,3%), pues la población femenina abandona el mercado de trabajo por primera vez desde que comenzara la crisis, descendiendo en un 0,3% en términos trimestrales. Pero según señala el propio INE, en términos interanuales, la variación de la actividad es muy débil, ya que sólo se contabiliza un aumento de 13.100 activos. Si distinguimos por nacionalidad y sexo, la población activa femenina extranjera se reduce respecto al trimestre anterior en un 3,4%, mientras en el caso de las mujeres nacionales, aumenta en un 0,3%. En el caso de los hombres, se produce un aumento, tanto de nacionales como extranjeros, respecto al trimestre anterior (en apenas un 0,2 y un 0,6% respectivamente).
El número de ocupados cae en un 0,8% respecto al segundo trimestre de 2011, ahondándose la caída anual hasta un 2,1%, confirmando de nuevo los nefastos efectos que sobre el empleo tienen las políticas de recorte de gastos y reducción del déficit público. En este tercer trimestre de 2011 desciende el número de asalariados indefinidos (en un 1,4%), mientras que los temporales (todos hombres) se incrementan en un 1,2%, lo que sitúa la tasa de temporalidad en un 26%, medio punto más que hace un año. En términos interanuales, cae el número de asalariados indefinidos hombres (un 3,3%) y, en menor medida, las mujeres (un 1,4%). En el caso de los temporales, cae el número de hombres en un 0,4% respecto al año anterior, pero el número de temporales mujeres aumenta un 0,5%.
Frente al trimestre anterior, aumenta el número de ocupados a tiempo completo, en 42.700 personas, pero se reduce el empleo a tiempo parcial en 189.500 ocupados. El aumento de los ocupados a tiempo completo es prácticamente entero de carácter femenino (con 39.100 ocupadas más), al mismo tiempo que la reducción del tiempo parcial es también femenina, con 153.100 ocupadas menos.
Por sectores, la mayor destrucción de empleo, en términos relativos, se concentra una vez más en la construcción, con una disminución de los ocupados del 4,2% si comparamos con los datos del segundo trimestre del año. La reducción en términos interanuales alcanza el 17,2%. A pesar de la época estival, se reducen los ocupados en el sector servicios en un 0,4% respecto al trimestre anterior y un 0,2% frente al tercer trimestre de 2010. El sector industrial pierde un 0,1% de ocupados en términos trimestrales y un 0,9% en la comparación interanual.
Con todos estos datos, el número de desempleados recupera la senda alcista tras el alivio del trimestre pasado: hay 144.600 personas desempleadas más, lo que unido a la contención de la población activa sitúa la tasa de desempleo en el 21,5%. En este trimestre la tasa de paro sólo desciende entre los jóvenes, menores de 25 años, en un 0,3% respecto al trimestre anterior, aunque en la comparación interanual aumenta en un 6,6%.
El repunte del número de desempleados es mayor entre las mujeres (78.800 desempleadas más, frente al aumento de 65.900 hombres desempleados). Por nacionalidad, el aumento trimestral del paro se concentra en los españoles (en un 3,5% más, frente a la subida del paro entre los extranjeros, de un 1,3%), pero especialmente en las mujeres españolas, que aumentan en un 11,1% en términos interanuales.
El dilatado tiempo que los parados llevan buscando un empleo eleva la tasa de paro de larga duración hasta el 10,4% de la población activa, es decir, el 48,2% de los desempleados lleva más de un año en esa situación.
El número de hogares en los que todos sus miembros en activo se encuentran en desempleo, aumenta en 57.700, y se instala en 1.425.200 hogares en esta situación, un 4,2% más que en el trimestre anterior, y un 10,3% más que hace un año.
Conclusiones
La situación del empleo en España refleja la realidad tan preocupante en la que se encuentra nuestra economía. Los datos publicados hoy por el INE se refieren a la mejor época del año para el empleo en nuestro país, el verano (julio, agosto y septiembre), pues seguimos anclados en un modelo productivo que se basa fundamentalmente en sectores de uso intensivo del factor trabajo, frente a otros donde el uso tecnológico y del capital permiten alcanzar mayores crecimientos del valor añadido, en términos comparados.
Seguimos apoyándonos en estos sectores estacionales que no favorecen el que la recuperación económica que tanto necesitamos se base en un crecimiento económico duradero, sostenible y equilibrado, que permita crear empleo de forma permanente, y además, empleo de calidad. Mientras no se modifique la estructura productiva de nuestro país, la recuperación económica, cuando la alcancemos, será endeble.
Queda claro, entonces, a la vista de la evolución del mercado de trabajo, que no son reformas laborales ni modificaciones en los tipos de contrato lo que crea empleo: es la actividad económica. Han desaparecido 160.700 puestos de trabajo indefinidos y los temporales, gracias a la actividad turística, sólo han aumentado en 47.500. Luego, no es ninguna reforma de las condiciones de trabajo, sino la propia actividad económica la que va a permitir recuperar el empleo.
Y una política de recorte de gastos lo que hace es acogotar aún más las posibilidades de crecimiento. La actividad económica no remonta debido, por un lado, a las políticas de recorte de gastos que se están aplicando en España, en busca del cumplimiento de los pactos europeos y de un equilibrio presupuestario que no garantiza crecimiento alguno; y por otro, por las dificultades derivadas del excesivo endeudamiento español (público y privado) y de la falta de acceso al crédito que esto conlleva.
Aquí no ayuda en absoluto las malas decisiones que en Europa se están tomando: las dificultades de crédito van a acrecentarse aún más, con las nefastas consecuencias para la economía española. La ineficaz actuación del Banco Central Europeo, cuyo objetivo de política económica y medidas para alcanzarlo, sigue centrándose en un problema que ahora no es en absoluto fundamental, la estabilidad de precios. Mientras no actúe con el objetivo de favorecer el crecimiento económico y del empleo, con todas las medidas que la política monetaria permite para ello, las soluciones a la crisis actual no serán tales, sino que nos llevarán a una nueva recesión.
En España, la destrucción de empleo en el sector público, más la que se produce en sectores también mayoritariamente públicos (educación, sanidad y servicios a la sociedad) debido a los recortes de gasto en determinadas Comunidades Autónomas no ha hecho más que empezar: previsiblemente los datos del próximo trimestre serán aún más contundentes. El ahogo que provoca el recorte de gasto en Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales se refleja en la desaparición de servicios (y su empleo asociado) a la sociedad.
Y la caída en el número de trabajadores por cuenta propia refleja las acuciantes dificultades para acceder al crédito y emprender negocios a las que se enfrentan, sobre todo, los pequeños empresarios.
Por tanto, estos son los problemas que la política económica debe establecer como prioridades, pues de esta forma, cuando se pueda crecer económicamente (gracias al impulso del sector exterior y a la recuperación de la demanda interna), el empleo también lo hará.
En este trimestre ya se muestra un punto de inflexión: se está produciendo un nuevo ajuste en el empleo, provocado por las políticas que tienen como objetivo último y fundamental el cumplimiento de los límites de déficit público.
Hay dos aspectos que para UGT son fundamentales: para mejorar el saldo neto exterior hace falta competir no sólo vía precios, sino especialmente, con mejoras de calidad e innovación (no podemos competir con los mercados emergentes, vía precios), ampliando los mercados a los que dirigirnos. Para ello serían imprescindibles políticas de apoyo y fomento a la exportación, especialmente de las pymes.
Y para recuperar la demanda interna, hay que incidir en una mayor cohesión social. Uno de los graves problemas de la falta de demanda proviene de las fuertes desigualdades que se han acrecentado durante la crisis. Las personas que viven por debajo del umbral de pobreza (el 21,8% de los residentes en nuestro país) han aumentado en estos años (desde 19,7% en el año 2007, antes del inicio de la crisis), mientras la concentración de riqueza (vía “bonus” y demás indemnizaciones obscenas a directivos y gestores) en unos pocos se acentúa. Esto unido a los casi 5 millones de desempleados que la EPA ha confirmado hoy, hacen aún más difícil que la demanda interna pueda recobrar niveles anteriores a la crisis.
Por tanto, los datos muestran el fracaso de las políticas de ajuste, que relegan los objetivos de crecimiento económico, de creación de empleo y de cohesión social a muy lejanos planos. La UGT propone darle la vuelta los objetivos políticos: es la recuperación económica, del empleo y una mayor cohesión social lo que permitirá ajustar las cuentas públicas. Pretender cumplir los objetivos de recortar el déficit a través de reducción de gastos sin que se incrementen los ingresos (que no lo hará si no se recupera la economía y si no se lleva a cabo una reforma fiscal integral) sólo nos llevarán a una espiral recesiva a la que parece que nos encaminamos.
Las reuniones, desencuentros y conflictos entre los líderes de los países que forman la Unión Europea no están colaborando a las iniciales pretensiones de respuesta coordinada que los organismos internacionales propugnaron. Las posturas diversas (Estados Unidos, Japón y los países europeos no pertenecientes a la zona euro, frente a los países de la UEM, liderados por Francia y Alemania) están poniendo de relieve la mala gestión de la crisis, que nos lleva a una nueva recaída.
Hay que recuperar, sin más demora, como principal objetivo de la política económica el rescate de la actividad económica, y por tanto, del empleo, en un contexto de mayor cohesión social. No es el rescate de los bancos lo que nos salvará, sino el de la actividad económica.




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