sábado, 15 de octubre de 2011

Las enfermeras denuncian que un colectivo las insulta y amenaza


Un grupo de enfermeras del Hula denunció ayer los «constantes insultos y amenazas» que reciben por parte de un colectivo. Según explicaron, muchos de los pacientes y familiares de etnia gitana que acuden al centro se niegan a cumplir las normas establecidas y se muestran agresivos con el personal, que con frecuencia tiene que solicitar la presencia de los vigilantes de seguridad.
Las enfermeras mostraron ayer su malestar a las puertas del juzgado de lo Penal número 1, donde estaba previsto que se celebrara un juicio contra una vecina de O Carqueixo -con iniciales N.C.J.- acusada de abalanzarse sobre una enfermera y agredirla en el servicio de Urgencias de Pediatría. Sin embargo, la acusada no se presentó en la sede judicial, por lo que la vista tuvo que ser aplazada.
Estos hechos ocurrieron presuntamente sobre las once de la noche del 21 de diciembre de 2008, cuando la imputada se presentó con su hijo en el antiguo hospital Xeral y exigió que la atendieran en primer lugar, a pesar de que había otros pacientes esperando su turno. La enfermera le explicó entonces que tenía que esperar a que la llamaran, pero la acusada le dijo: «como el niño convulsione os voy a cortar la cabeza y os voy a matar». Acto seguido, se abalanzó sobre ella y comenzó a agredirla.
Tal y como explicó ayer la víctima, Ana Rodríguez, la imputada le tiró unas muestras de sangre que llevaba en la mano y le propinó varias patadas en las piernas. «Un celador se metió en medio de las dos, pero la mujer siguió empujándome y dándome patadas hasta que llegó la Policía», dijo.
Según contó, el menor tenía fiebre y ya había sido atendido por un pediatra dos horas antes, «por lo que sabíamos que no se trataba de un caso urgente». La víctima, que acudió al juicio arropada por otras compañeras, apuntó que no se trata de un caso aislado. «Unos días antes nos habían amenazado a dos enfermeras y nos estaban esperando al salir del trabajo, por lo que tuvimos que llamar a nuestros familiares para que nos recogieran», afirmó. «Algunos no respetan nada. Yo tengo visto a niños orinando en la sala de espera», añadió una compañera.
Desde el Colegio Oficial de Enfermería reconocen que las agresiones a los profesionales del sector se dispararon en el último año, aunque aseguran que «no pueden limitarse» a un solo colectivo. «Es cierto que el nivel cultural influye muchas veces en estas situaciones, pero no podemos hablar únicamente de etnia gitana», explicó su presidenta, Lourdes Bermello.
Cárcel
El fiscal solicita para la acusada dos años de cárcel y 2.100 euros de indemnización, mientras que la acusación particular eleva la petición a tres años de prisión y 2.600 euros. Lourdes Bermello explica que es uno de los primeros casos en Lugo en los que la agresión a un facultativo se tramita como delito, y no como falta, «lo cual es muy importante, ya que hay límites que no se pueden pasar», concluyó.
ASOCIACIÓN GITANA
«Les insistimos en que tienen que cumplir las normas»
Desde la Asociación para la Integración y la Promoción Gitana reconocen que la problemática existe y aseguran que hacen todo lo que pueden para evitarla. «Les insistimos en que tienen que cumplir las normas y en que no se puede pedir igualdad para unas cosas y saltársela para otras», afirman.
Mayor contundencia
Desde la asociación dicen que el Hula debe actuar con más contundencia. «Es el centro el que tiene que velar por el cumplimiento de las normas y tenía que haberlo hecho desde el primer día. No pueden dejar subir a veinte personas un día a una habitación, y al día siguiente decirles que solo pueden ir dos, porque entonces surgen los problemas».
Fuente: elprogreso.galiciae.com

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