El equipo que trabaja de guardia en las Urgencias del centro de salud Amate ha sufrido el segundo ataque en sólo un mes. La víctima, el médico de guardia, ha terminado de baja laboral por sufrir un cuadro de ansiedad tras los insultos y las amenazas de muerte que recibió de un paciente. Esta agresión verbal ocurrió el pasado domingo pasadas las doce y media de la madrugada, cuando un paciente acudió de urgencia a la consulta de J. A. P. R. afectado por un dolor de garganta. El médico le recetó el tratamiento correspondiente a esta dolencia, pero el usuario le exigió otro tipo de medicación, concretamente le pidió vitamina A. Ante la imposibilidad de lograr sus exigencias, el paciente comenzó a insultar al médico en su consulta, momento en que llegó el celador que también se encontraba de guardia y el vigilante de seguridad para socorrer al profesional. Una vez en la calle el usuario continuó insultando y amenazando de muerte al médico. J. A. P. R. comenzó a sufrir un estado de ansiedad que le obligó a abandonar la consulta.
Agentes de la Policía Nacional se personaron en el centro de salud y el agresor desapareció del lugar. Se trata de la segunda agresión en apenas un mes que sufre el equipo que trabaja de guardia en Amate, un centro de salud que asiste a la población de Los Pajaritos, las Tres Mil, Palmete, La Plata, Juan XXIII y Su Eminencia, entre otras zonas. "En cada guardia nos vemos obligados a llamar a la Policía Nacional, si bien no todos los casos los llegamos a denunciar", explica un trabajador de este centro de salud.
El pasado sábado, el equipo de Urgencias en Amate atendió a 525 personas, un volumen de pacientes excesivo, que conlleva una sobrecarga de trabajo para los profesionales. El personal sanitario en este punto asistencial reivindica desde hace meses que la Delegación Provincial de Salud coloque a un guardia de seguridad las 24 horas para impedir nuevos ataques, ya que esta vigilancia termina a las dos de la madrugada, hora a partir de la cual suelen registrarse la mayoría de las agresiones. "También es necesaria la creación de otro punto de Urgencias para aliviar el excesivo número de pacientes que llegan hasta Amate", añade un profesional afectado. Con esta última baja de un médico son ya cuatro los profesionales del Servicio Andaluz de Salud que permanecen de baja laboral por la alta conflictividad que se está registrando en las Urgencias de Amate.
Los que trabajan en este punto asistencial han detectado un repunte de los conflictos en los últimos meses. El presidente de la sección de Sanidad en el CSIF, Fernando Castelló, que llevará este caso a los tribunales, exige de nuevo al SAS que refuerce la vigilancia en Amate y que impida que el personal sanitario se vea obligado a trabajar en permanente estado de angustia. El último ataque lo protagonizó el sábado 3 de septiembre una mujer que exigió una atención inmediata y que, al comprobar que tenía que esperar una cola de pacientes, optó por insultar y amenazar al equipo de Urgencias. Este equipo de guardia integrado por tres profesionales también está de baja.
Fuente: diariodesevilla.es
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