miércoles, 5 de octubre de 2011

El fiscal pide 20 años para el parricida confeso de Altafulla


Tarragona, 5 oct (EFE).- El fiscal pide 20 años de prisión para Saturnino Fernández, de 39 años y vecino de Tortosa, que confesó haber asesinado a María del Mar Córdoba en Altafulla (Tarragona) en marzo del 2009, por lo que está acusado de los delitos de asesinato y amenazas, según el escrito al que ha tenido acceso Efe.
El juicio al autor confeso de la muerte de María del Mar Córdoba, vecina de Altafulla, de 26 años, empezará mañana por la tarde, tras la constitución por la mañana del jurado popular.
María del Mar, que tenía 26 años, trabajaba como vigilante de seguridad en los juzgados de Tarragona y tenía un hijo en común con el acusado, conoció en julio del 2008 por Internet a un chico, con quien estableció una relación de amistad.
Dos meses después, según la calificación de la fiscalía, comunicó a Saturnino su intención de acabar con su relación, a lo que él se opuso, llegando a amenazarla de muerte, por lo que ella se refugió en casa de su madre, que también residía en Altafulla.
"Si no estás conmigo no estarás con nadie más, tu hijo no estará contigo, ya me encargaré yo de dárselo a otra familia", le dijo Saturnino, quien también le amenazó con que si iba a casa de su madre "os enterraré a las dos" porque "total, el juez me dejará libre al día siguiente".
Ella denunció las amenazas y el juzgado de violencia doméstica de El Vendrell (Tarragona) decretó el 1 de octubre del 2008 una orden de protección a favor de ella que impedía a Saturnino acercarse a menos de 300 metros.
Por ello, Saturnino ideó un plan para volverse a ganar su confianza y, así, María del Mar pidió el 6 de octubre que quedara sin efecto la orden de protección, además de empezar a confesarle algunos aspectos íntimos de su relación con el otro chico.
El 14 de marzo del 2009, María del Mar y el chico decidieron conocerse personalmente en Málaga, y Saturnino se ofreció a traerla desde el aeropuerto de Barcelona hasta Altafulla cuando regresara, a lo que ella accedió.
No obstante, una vez en Málaga Saturnino la llamó 40 veces y la convenció para que no se quedara a pasar la noche y cogiera un vuelo que él le había reservado, a lo que ella accedió, aunque durmió en un hotel de Barcelona porque llegó muy tarde.
Al día siguiente, 15 de marzo, Saturnino la fue a recoger y, camino de Altafulla, se adentró por un camino del término de La Múnia, donde le clavó un cuchillo de once centímetros de hoja y luego la mató estrangulándola, según la Fiscalía.
Luego simuló que se había suicidado haciéndole cortes en las muñecas con el cuchillo y la escondió en el maletero del coche, que abandonó en el peaje de la AP-7 en Altafulla.
Después, llamó a un amigo de la infancia de Tortosa (Tarragona), que era entonces delegado de Justicia de la Generalitat en las Tierras del Ebro, y le comunicó lo que había hecho y que iba a suicidarse, si bien su amigo le convenció para que se entregara a la policía y fue a buscarlo con su propio coche.
El juicio durará toda la semana y además de las penas de 21 años de cárcel, se piden 30 años de alejamiento de su hijo y del municipio de Altafulla, y una indemnización de 350.000 euros a su hijo, de 135.000 a la madre de la víctima y de 80.000 a su hermana por daños morales. EFE

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