El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, defendió este lunes el modelo de seguridad asentado y puesto en marcha con éxito en España, gracias al trabajo de colaboración entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, las comunidades y los ayuntamientos.
Por ello, indicó que no es necesaria la creación de nuevas unidades de policía autonómica y, por tanto, de mayores inversiones en un momento de "debates". Una postura, que según aseguró, coincide con la recogida en el Estatuto de Autonomía.
En su intervención, que cerró los discursos de los actos conmemorativos de la festividad de los Santos Ángeles Custodios, patronos del Cuerpo Nacional de Policía, Alejo puso en valor el trabajo de colaboración, cooperación y coordinación entre la Guardia Civil, la Policía, las instituciones autonómicas y locales y las empresas de seguridad privada. Sobre todo, el delegado del Gobierno en la Comunidad subrayó la unión con el Instituto Armado.
Asimismo, el representante institucional del Gobierno en la autonomía reconoció que el Ejecutivo central debe seguir atendiendo las reivindicaciones "sensatas" de los sindicatos policiales y en dotar de más policías y comisarías a los territorios, si bien, sostuvo que debe mejorarse su funcionamiento con "mérito, orden y organización".
También, Miguel Alejo recordó a los agentes y autoridades civiles y militares que para luchar contra la delincuencia es necesario que se mantenga el "esfuerzo y la dedicación" de los agentes y mandos. A su juicio, la recompensa a su trabajo la encontrarán en los ciudadanos, ya que entre las instituciones que más valoran se encuentran la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Valladolid, locomotora
En la celebración de los Santos Ángeles Custodios, que acogió un pabellón de la Feria de Valladolid, también intervino el jefe superior de la Policía Nacional en la Comunidad. Jesús García Ramos indicó que Valladolid aporta el 35 ó 36% del trabajo de la Jefatura. Por ello, consideró a esta provincia como la "locomotora" que si funciona puede arrastrar detrás a los demás vagones y llevar al "tren a su destino". "Si Valladolid tose o estornuda, se constipa toda la Jefatura", dijo.
También, García Ramos reconoció el trabajo del policía local, el agente "de calle", que trabaja de forma callada y abnegada y que los ciudadanos sienten cerca.
Destacó que su presencia ayuda a prevenir la delincuencia ya que disuade la comisión de delitos. Además, en su discurso tuvo también palabras para los responsables de servicios de seguridad privada y para su homólogo en la Guardia Civil, ya que aseguró que trabaja con la Policía Nacional como "hermanas", "como un cuerpo único".
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