La zona de clubes de alterne de L'Alfàs del Pi, conocida como La Estrada, ha vuelto a convertirse en el escenario de un nuevo enfrentamiento entre un portero y unos clientes a punto estuvo de acabar en tragedia. Según desvelaron fuentes próximas al caso, sobre las 2.30 de la madrugada, el empleado de seguridad de uno de los locales de prostitución situados junto a la carretera N-332, recibió dos balazos en el estómago tras un enfrentamiento con tres clientes habituales, al parecer de origen británico. Los sospechosos utilizaron un arma del calibre 9 milímetros, tal como confirmaron las mismas fuentes.
El portero, un ciudadano polaco de 35 años, fue evacuado de inmediato por una ambulancia del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) al Hospital comarcal de la Marina Baixa, en Villajoyosa, donde fue «estabilizado», aunque su pronóstico continuaba ayer siendo «reservado», según afirmaron ayer fuentes sanitarias. Al cierre de esta edición permanecía ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Tras los disparos, los tres sospechosos se dieron a la fuga en un Ford Escort blanco, y, al cierre de esta edición, todavía no habían sido arrestados. El vehículo apareció totalmente calcinado en la urbanización Sierra Altea. Al parecer, los presuntos autores de los disparos le prendieron fuego para borrar cualquier rastro.
La Policía Judicial de Altea detuvo ayer por la mañana al propietario del vehículo, también británico, como presunto encubridor de los hechos. Según relataron fuentes próximas al caso, este hombre acudió al cuartel de la Guardia Civil a denunciar que le habían robado el coche, pero, al parecer, los agentes descubrieron que mentía y lo arrestaron por encubrimiento. De momento no ha trascendido si el dueño del vehículo podría ser uno de los tres jóvenes que participaron en el intento de homicidio.
La Guardia Civil trabaja ahora para identificar y capturar a los presuntos autores de los disparos. Los agentes de la Policía Judicial ya han interrogado a los trabajadores del burdel y es posible que en los próximos días haya detenciones.
La historia se repite
Ayer estuvo a punto de repetirse, en el mismo escenario, la trágica historia que hace casi un año acabó con al muerte de otro portero, un español de 51 años que trabajaba como vigilante de seguridad en el club Secrets. Dos individuos de 27 y 33 años le clavaron un cuchillo en el corazón después de que los echara del local por montar una bronca debido a que no les querían servir chupitos gratis.
Tras la agresión, los dos sospechosos, sin ningún tipo de remordimiento, siguieron de fiesta como si tal cosa. Ambos fueron apresados por agentes de la Policía Nacional de Benidorm una hora después en el club Mesalina, el mismo en el que supuestamente se urdió el complot para acabar con la vida del alcalde de Polop Alejandro Ponsoda (PP). El juicio por este homicidio todavía no se ha celebrado, y solo uno de los sospechosos está en prisión.
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