R. GARCÍA
Llevan apenas un mes viviendo en los minipisos que la Consejería de Vivienda del Principado habilitó para jóvenes en el complejo de la Universidad Laboral y ya han surgido las primeras quejas. Los ascensores no funcionan, aún no tienen lavadoras, se ha caído parte del techo de varios trasteros, el 80 por ciento de las viviendas no están preparadas para la instalación de los servicios de teléfono o internet y hasta la pasada semana no contaban con un servicio de limpieza que se encargara del edificio. «Llamamos a Vipasa -la empresa pública que gestiona las instalaciones- y no nos aportan soluciones», apunta uno de los inquilinos, Javier Fernández.
Estos jóvenes aseguran que lo peor «está aún por llegar». Cuando apenas falta una semana para que les cobren el primer recibo de la comunidad aún no saben el importe que van a tener que pagar. Otra de las afectadas por esta situación, Noelia López, asegura que Vipasa se puso en contacto con los inquilinos para comentarles «los problemas que habían surgido con el tema de la comunidad». Asegura esta inquilina que «nos dicen que va a subir un poco y que de los 100 euros que nos dijeron en principio algunos inquilinos van a pasar a pagar 170». El recibo, que incluye «mínimos de luz y agua que se gaste en cada vivienda», se ha incrementado, según los inquilinos, debido a las exigencias de Recrea, la sociedad pública que gestiona el complejo de la Laboral. En palabras de Fernández, «esta entidad dice que tenemos que afrontar también el pago del vigilante de seguridad que está en la zona y de los encargados de cuidar los jardines y todas las zonas comunes».
Los jóvenes que consiguieron acceder a estos 102 minipisos de protección oficial promovidos por el Gobierno regional tienen entre 18 y 35 años y pagan una renta de entre 196 y 271 euros. Algunos inquilinos aún no residen en estos inmuebles, inaugurados oficialmente el 26 de marzo. Diez de estos apartamentos están reservados para Recrea, la sociedad que gestiona la Ciudad de la Cultura. Un total de 214 jóvenes presentaron en su día la solicitud para acceder a una de las viviendas, de uno y dos dormitorios.
«No conseguimos nunca hablar con los responsables de Vipasa y es por esto que nos hemos empezado a organizar por nuestra cuenta», señala Fernández. El pasado domingo algunos de los inquilinos mantuvieron ya una reunión que se repetirá hoy a partir de las ocho de la tarde. Los afectados aseguran que hasta la pasada semana no contaban con servicio de limpiezas ni contenedores. Durante los últimos días los encargados de mantenimiento también han tenido que arreglar varias humedades y han reparado los techos de varios trasteros, que se habían caído. Vipasa les ha prometido además la instalación de un nuevo gimnasio, una comodidad que algunos tildan de innecesaria ya que prefieren, en palabras de Noelia López, «que se solucionen antes otros problemas básicos como el de acceso a internet o al teléfono, que creemos que son fundamentales». «Y eso por no hablar», concluyen los jóvenes, «de las hormigas que tienen algunos de los vecinos metidas en el salón de su casa».
La consejera de Vivienda del Gobierno del Principado de Asturias, Noemí Martín, inauguró los minipisos el sábado 26 de marzo poniendo en valor la situación de las viviendas: «Vivís en un momento histórico», advirtió la representante regional a los nuevos inquilinos.
A pesar de estos primeros problemas que están empezando a afrontar, estos jóvenes asturianos adjudicatarios de los minipisos de la Laboral reconocen que «es una buena inversión» y que las zonas comunes «están muy bien para que todos las disfrutemos». En la reunión que celebrarán hoy precisamente en uno de estos salones comunes a partir de las ocho de la tarde los jóvenes esperan poder contactar con los responsables de Vipasa, a los que exigen soluciones a sus problemas. Los arrendatarios aseguran que continuarán con las movilizaciones durante los próximos días.
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