Un jurado popular tiene previsto juzgar desde este lunes a cuatro hombres en relación con la muerte en 2004 de una persona que trabajaba como vigilante nocturno en una urbanización de la localidad malagueña de Rincón de la Victoria. Uno de ellos está acusado como autor material de los hechos, mientras que los otros tres aparecen como inductores.
Los hechos sucedieron en noviembre de dicho año. El hombre al que se le acusa como autor material es la primera persona que fue imputada en esta causa e iba a ser juzgado solo. Según el escrito de acusación inicial del ministerio fiscal, "se prestó por dinero, cuyo origen hay que centrarlo en el resto de los acusados".
En el caso de dos de estos individuos, la acusación pública sostiene que estaban "ávidos de vengar ciertas afrentas y ataques personales de la víctima", mientras que, respecto al otro acusado se indica que estaba "interesado también por razones personales". Se da la circunstancia de que este último acusado era el abogado que iba a ejercer como acusación particular en el juicio previsto en 2007 contra el primer imputado.
La Fiscalía señala que "la promesa de entrega de sus honorarios antes del encargo y la entrega del dinero después" la desarrolló este último acusado. Así, se señala que éste "ha entregado al menos 6.000 euros, sin perjuicio de que se hubiera comprometido a pagar otros 4.500", que no llegó a entregar, según el fiscal, porque fue detenido.
Así, de madrugada y sabiendo que la víctima prestaba servicios como vigilante nocturno en una urbanización de Rincón de la Victoria, el primer acusado se puso en un lugar donde no podía ser visto para, "por la espalda, sin que la víctima pudiera advertir su presencia o, aún advirtiéndola, pero sin permitirle reacción alguna", acabar con su vida.
Según las conclusiones provisionales del ministerio fiscal, a las que tuvo acceso Europa Press, este procesado "empuñaba una escopeta" con la que disparó "hasta en dos ocasiones" al vigilante, "acabando con su vida", ya que los impactos le provocaron un shock hipovolémico, consecuencia de la rotura de la arteria ilíaca externa. Esta causa se inició al principio sólo contra el presunto autor material.
En el procesamiento, el letrado que ahora está imputado se negó a que uno de los testigos, que es otro de los acusados, diera datos contra el presunto autor material. Según el fiscal, ante el riesgo de poder ser "salpicado", profirió expresiones "violentas" contra el entonces testigo, con el objetivo de que modificara sus declaraciones, por lo que se le acusa también de un delito contra la Administración de justicia.
Así, a uno de los acusados se le acusa de un delito de asesinato en concepto de autor material y a los otros tres, como inductores o autores mediatos. Para cada uno de ellos, por este delito, solicita una pena de 18 años de cárcel. Además, al letrado le acusa de ese otro delito, por el que pide dos años de cárcel. Se insta a que indemnicen a la viuda del fallecido con 200.000 euros.
El juicio está previsto que comience este lunes con la selección del jurado y las declaraciones de los acusados. En los días sucesivos, comparecerán agentes de la Guardia Civil que intervinieron en la investigación, así como médicos forenses y casi una treintena de testigos.
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