domingo, 24 de abril de 2011

Alertan sobre piratas



PORT LAUNAY, Seychelles 21-Abr .- Al Ministro Peter Sinon, titular de Inversiones e Industria de Seychelles, hay algo que le preocupa tanto o más que la actividad de los piratas en el Océano Índico: la posibilidad de que los piratas establezcan vínculos con grupos terroristas y lleven su actividad al fanatismo religioso. 

Y es que en la República de las Seychelles, un grupo de 115 islas ubicadas en el Océano Índico, se han producido casi 400 abordajes desde 2009. El más reciente ataque se produjo ayer, cuando el navío italiano Rosalia D'Amato, que se dirigía a Irán procedente de Brasil, fue secuestrado.

"Estamos muy preocupados. Es muy, muy probable que (los piratas) tengan lazos con grupos terroristas", dijo a REFORMA Sinon, al margen de la "Tuna Conference", el congreso anual sobre el atún al que acuden los principales representantes de la industria atunera mundial y especialistas del sector.

"El problema es que no tenemos las herramientas necesarias para investigar adecuadamente sobre esto", añadió Sinon, al hablar del negocio de los piratas, el cual, según recientes estimaciones, vale más de 60 millones de dólares al año, un dato que deriva de los rescates que se pagan a los corsarios.

El caso es que Somalia, país del cual provienen los piratas y cuyas costas están a casi mil 300 kilómetros de Seychelles, está sin Gobierno efectivo desde 1992, lo que se añade al reto creciente del auge de los islamistas de Al-Shabab, ligados a la red terrorista Al-Qaeda en el cuerno de África.

"Después de las negociaciones acordamos compartir 20 por ciento de los rescates y ellos liberarían a nuestros líderes. Ahora nuestra relación con Al-Shabab ha mejorado", dijo en febrero un pirata que se identificó como Alí al explicar las condiciones de un acuerdo firmado entre su grupo y los milicianos de Al-Shabab.

"Han abierto la oficina marítima para mejorar la seguridad y la coordinación entre nosotros. Estamos felices porque no tenemos alternativas salvo aceptar las demandas de Al-Shabab para mantener Hardhere como nuestra base", añadió.

La situación se suma a los graves daños que la piratería ya ha provocado al sector del atún, que le vale a las industrias 130 millones de euros al año --se trata de la segunda entrada para Seychelles.

En total, según datos de la planta de procesamiento de atún Indian Ocean Tuna, la más grande del Índico, 30 por ciento de los barcos atuneros que operaban allí se han ido, pero 40 por ciento paga hasta medio millón de euros al año por barco para embarcar agentes de seguridad armados hasta los dientes.

"En este momento tenemos a cuatro agentes a bordo de cada barco. Son policías o ex militares con experiencia previa que están titulados como vigilantes de seguridad privada, con titulación efectiva de manejo de armas y que además hacen unos cursos específicos de manejo de armamento militar", informó a REFORMA Borjas Soroa, director general de la empresa española Pevasa, la primera de ese país en tener un barco secuestrado en abril de 2008.

La cuestión es que la actividad de los piratas no se detiene nunca, sólo es menos intensa cuando el viento del monsón sopla más fuerte, entre mayo y los meses de agosto y septiembre, agregó Soroa, quien, sin embargo, duda de que haya infiltraciones de Al-Qaeda.

Todo esto, mientras en la zona patrullan 20 barcos de la Fuerza Naval Europea para Somalia, en el marco de la operación antipiratas Atalanta, y otros tantos de los gobiernos de Rusia, China, Japón, Malasia, India, Estados Unidos y la OTAN.

"Y es que los piratas son cada más agresivos. Si no frenamos ya este fenómeno, que es un negocio muy lucrativo, va a empeorar, se va a extender al Océano Pacífico, al Atlántico y en todo el mundo", advirtió Sinon, quien sitúa en 2007 el año del inicio de los abordajes.
 
Refinan su técnica para abordar barcos

Entre las dificultades que hay para contrarrestar la piratería en el Océano Índico no sólo está la inmensidad de aguas en las cuales se mueven los piratas, equivalente a toda Europa Occidental, sino también a que los corsarios están refinando sus técnicas de abordaje, según allegados al tema.

"Algunos están usando barcos mercantes que capturan como buques nodrizas (barcos de soporte, que se usan como bases operativas en alta mar)", explicó Borjas Soroa, de la empresa pesquera española Pevasa.

"Y eso es lo que les está permitiendo alejarse más de las costas, hasta la India o donde sea", añadió Soroa, quien, sin embargo, descartó que los piratas usen equipos con tecnología muy avanzada.

Precisó que algunos sí llevan ordenadores portátiles, radios y localizadores GPS, pero no aparatos mucho más sofisticados.

Casi todos los piratas previenen de Somalia, el único país del mundo sin Estado, donde 78 por ciento de la población carece de acceso a servicios de salud, menos de 30 por ciento tiene acceso a agua potable y sólo 17 por ciento sabe leer y escribir, según la organización Médicos Sin Fronteras.

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