La convocatoria de la fiesta rave en el aeropuerto de Castellón,inaugurado el pasado día 25 de marzo sin aviones por los políticos del PP Francisco Camps y Carlos Fabra, ha arrancado a las cero horas de la madrugada de este domingo en Vilanova (Castellón) con mucha policía y nula diversión.
En la parcela del aeropuerto sólo hay Guardia Civil y Policía Nacional. Y si les falta apoyo también hay seguridad privada, coordinada con los cuerpos del Estado para repeler cualquier intento de invasión de la superficie aeronáutica. Ninguno de los miles y miles de usuarios que se había comprometido a asistir al evento ha hecho acto de presencia a las doce de la noche.
Y al que lo intente le esperan dotaciones policiales para enseñar el DNI o inspeccionar el vehículo. Todo vale con tal de que los asistentes, si es que vienen, no puedan llegar con sus coches a la base aérea.
Mientras el aeropuerto permanece totalmente apagado, en contra de lo que sucede cualquier otra noche, con sólo la luz encendida en una rotonda que da al parking. Todo lo demás está oscuro.
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