martes, 26 de abril de 2011

¿Aptos para disparar?

Hay 3 millones y medio de armas en manos de particulares

Muchos psiquiatras abogan por exámenes más exhaustivos para obtener licencias

Los centros de reconocimiento utilizan cuestionarios para evaluar la aptitud

“Y a mi ¿quién me devuelve a mi hijo? Con 23 años y con una hija en camino a la que nunca va a conocer”. Quien se lamenta es Ana Mercedes, la madre del joven dominicano Luis Carlos Polanco, que recibió dos tiros en la nuca en marzo de 2009. Su asesino confeso, un vigilante de seguridad de 39 años y con un diagnóstico de “esquizoide paranoide” , se sentaba en el banquillo hace sólo unos días. Confesó que era un agente especial en misión, que oyó voces que le amenazaban y que las repelió abriendo fuego. “¿Cómo es posible que ese señor tuviera una licencia de armas”? señala, Faustino el padre del joven asesinado.

Una pregunta que no es nueva y que aviva el debate en torno al control de los permisos de armas. Se planteó también en otros sucesos como el de Olot, en diciembre del pasado año, cuando un albañil de 57 años mataba a balazos a cuatro personas, sus dos ex jefes y dos empleados de banca. O también se debatió sobre la cuestión cuando, hace dos meses, un hombre se atrincheraba en su casa de Palencia tomando como rehenes a toda su familia.
El juicio por la muerte de Luis Carlos, sin embargo, ha dado un paso más: El fiscal ha pedido la responsabilidad civil subsidiaria del Estado por dar una licencia de armas a una persona incapacitada.
En España existen cerca de tres millones y medio de armas en manos de particulares, personas consideradas “aptas” para portarlas después de pasar únicamente por un test psicotécnico en un centro de reconocimiento. El cuestionario –compuesto por 30 preguntas- hace en hincapie en si el demandante se siente rechazado por su entorno, vigilado, si pierde los nervios con facilidad, si acostumbra a contar escalones… Imaginen que la respuesta es “sí” y que en un centro nos deniegan el permiso, ¿ocurrirá lo mismo en el siguiente? Un equipo de reporteros lo comprueba: El supuesto cliente se declara vigilado, violento y acosado; mientras en un local nos consideran no aptos, en otro nos dan el certificado sin ningún tipo de problema.
Muchos psicólogos consideran que el actual proceso para conseguir la licencia no garantiza en absoluto la buena salud mental del candidato a sostener un arma. “Una evaluación correcta nunca debería durar menos de tres días” sostiene Manuel de Juan Espinosa, catedrático de Psicología. Sugiere, además, la creación de una base de datos sobre salud mental –como si de los antecedentes penales se tratara- al que tuvieran acceso todos los cuerpos de seguridad. 


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