El aumento en el número de hurtos producidos los sábados a la noche en establecimientos hosteleros de Eibar hacía saltar las alarmas hace varias semanas. Algunos propietarios de locales decidían incluso poner vigilantes de seguridad para ahuyentar a los 'amigos de lo ajeno'.
Ante este notable incremento de la delincuencia, y el malestar de los hosteleros, el Ayuntamiento, Ertzaintza, Policía Municipal y propietarios llevaron a cabo una reunión en el consistorio en la que se trató la situación que se estaba produciendo en la ciudad.
«Se estaban produciendo pequeños hurtos y robos a los clientes en los bares y los hosteleros se mostraban preocupados ya que el número de estos delitos se ha incrementado de manera importante», explica el alcalde de Eibar Miguel de los Toyos. «En la reunión se dejó claro que todos somos conscientes del problema y se fijaron unas líneas de actuación a seguir por parte tanto de Ertzaintza, Policías y hosteleros», añade.
Se trataría de llevar a cabo medidas preventivas y, en caso de producirse el incidente, ofrecer unas pautas sobre cómo se debe actuar en esos casos.
«Hay hosteleros que están contratando seguridad en el exterior y les está dando muy buenos resultados. Aunque claro, todos no pueden hacer frente a ese gasto y es normal que se preocupen por lo que pasa dentro de su establecimientos», recalca el primer edil.
Otro de los objetivos de la reunión fue el de favorecer líneas de comunicación entre los afectados y la Policía «fluidas y directas». Según el alcalde eibarrés «los hosteleros tienen muy identificados a estos 'carteristas'».
Actúan en pequeñas bandas que están bien coordinadas, y aunque ya han sido cazados con las manos en la masa en más de una ocasión, siguen reincidiendo. Se aprovechan de que cuando se les ha detenido, no llevan por lo general más de 300 euros encima, por lo que la ley define el delito como hurto en vez de como robo. En ese caso, el detenido es liberado prácticamente en el momento.
Además, se benefician de un factor a su favor, los despistes o el descuido de las personas que están pasando un buen rato dentro de los establecimientos hosteleros con mucha o bastante gente, entre los que pasan desapercibidos.
«En la reunión también se habló de la necesidad de reeducar a los clientes. Que no lleguemos a un bar y dejemos la chaqueta o el bolso en la barra o colgado en un perchero sin prestarle atención».
Estadísticas
A pesar de que las estadísticas de estos pequeños robos han aumentado mucho en los últimos meses, De los Toyos aclara que «es una situación preocupante ya que en Eibar siempre se ha vivido la noche con mucha tranquilidad. Aún así, estos 'brotes' de robos que vivimos no pasan de la media. Así que, desde el punto de vista estadístico, la situación no es tan grave».
A pesar de este dato, el primer edil reconoce que es un escenario que preocupa tanto a clientes como a hosteleros y que se trabajará para reducir las incidencias.
Para analizar y ver cómo ha evolucionado la situación y si las medidas que se han ido adoptando funcionan, se organizará una nueva reunión en un plazo de dos o tres meses.
Comercios
Los comercios de la ciudad también se encuentran preocupados por los robos que han sufrido en los últimos tiempos. Una situación que intranquiliza a los comerciantes que se han reunido también con la Ertzaintza.
La asociación de comerciantes de la ciudad ha enviado a sus asociados una circular en la que se indican las conclusiones extraídas de dicho encuentro.
Uno de los puntos señala que «si entra en el comercio alguien que no inspire confianza o con malos modales», lo mejor es ponerse en contacto con la Ertzaintza.
Además, se deben evitar enfrentamiento porque, aunque en la mayoría de los robos no se ha empleado la fuerza, puede darse alguna excepción. Los agentes enviarán a los responsables de la asociación el perfil de las personas que se hayan detectado «de fuera de la ciudad y que podrían resultar sospechosas».
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