martes, 1 de marzo de 2011

Salud blindada

Piden seguridad en los centros | Propuestas: alarmas policiales o protección para los que denuncien


Alarmas directas con la policía, vigilantes en las puertas y planes de evacuación. La sanidad madrileña pide más seguridad en los centros de salud.
Aún conmocionados por la agresión a hachazos de tres profesionales en el centro El Naranjo de Fuenlabrada el pasado 25 de febrero, los sindicatos y la Consejería de Sanidad se sentaron ayer para analizar posibles medidas que garanticen un servicio seguro.
Además de condenar públicamente "la salvaje agresión", la consejería se comprometió a convocar "en 8 o 10 días" según los asistentes a la reunión, la Comisión de Salud para atajar el problema de la violencia contra sanitarios.
Estudio de causas
"Lo primero es estudiar por qué hay agresiones", comentaba Elena Moral de CSIT. Por ejemplo, en el mismo centro de Fuenlabrada una médico denunció hace tres años un ataque. Terminó enjuicio, pero la mujer optó por cambiar de lugar de trabajo para sentirse más segura. Desde hace dos años cada centro de salud cuenta con un registro donde los profesionales pueden consignar cualquier agresión verbal o física. Los datos los maneja la Consejería de Sanidad.
Sin embargo, el Colegio Oficial de Médicos asegura que "sólo uno de cada tres agredidos" denuncia mientras que, aseguran, "el 75% de médicos ha sufrido algún ataque". Más de la mitad de los conflictos se produce en Atención Primaria. Los sindicatos entienden que debe crearse un protocolo que proteja a quienes denuncien a pacientes o familiares porque si no "muchos no se atreven".
Otra línea de actuación apuntada por los sanitarios es la creación de "un plan de emergencia que falta en muchos centros". Supondría vías de escape y botones de alarma con conexión directa con la policía. En ese sentido, también solicitan "formación para comportarse en situaciones excepcionales y de riesgo".
El peligro del búnker
"Tampoco podemos hacer de los centros búnkeres", comentan los trabajadores. Con esa idea desaparecieron las mamparas que separaban a los administrativos del público. Tampoco se ve con buenos ojos colocar controles en los accesos: "Haría mucho más lenta la visita al médico", analizan. Lo que sí se pide es un vigilante en la puerta de entrada.
Mientras, ayer, el centro El Naranjo trató de dar un servicio normal. Las tres heridas con el hacha evolucionan "favorablemente de sus heridas" y el resto del personal se incorporó al trabajo. La Consejería de Sanidad se comprometió a, si lo desean, reubicar a las profesionales en otros puestos del servicio.
EL APUNTE
Prisión provisional para el agresor
Abdelraham E., de 40 años, el presunto agresor de tres trabajadoras del centro de salud El Naranjo el viernes pasado, fue enviado ayer a prisión provisional por el juzgado de Instrucción Nº 4 de Fuenlabrada. Se le acusa de cuatro tentativas de homicidio. El hombre era paciente del centro de salud fuenlabreño, según fuentes sanitarias, que además añadieron que "no acudía allí por motivos psiquiátricos". Testigos del sucesos comentaron que Abdelraham "atacó todo lo que se le cruzó con bata blanca".

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