Los Misioneros Claretianos toman medidas de seguridad tras sufrir el segundo robo con fuerza en el templo en menos de dos meses
ARA COMESAÑA Segundo intento de robo en menos de dos meses. Los Misioneros Claretianos del Corazón de María apuran la instalación de alarmas de seguridad en las dependencias de su Iglesia, sita en el número 7 de la calle Honduras, desde que la madrugada del sábado la Policía Nacional sorprendiese a tres individuos irrumpiendo en las oficinas de la congregación. Según fuentes policiales, los agentes "observaron a un individuo subido a una verja metálica y de ésta alcanzó una ventana del primer piso del inmueble, introduciéndose en el interior". Mientras tanto, las otras dos personas que lo acompañaban "permanecían en el exterior con actitud vigilante", explicaron las mismas fuentes, por lo que J.J.D.E., J.R.C. y E.R.D. fueron detenidos por robo con fuerza y pasaron a disposición judicial en funciones de guardia.
Aunque los efectos sustraídos sean de escaso valor, –"dos mecheros y algo de calderilla", concretó el párroco de la Iglesia, Ángel María Cabezón–, la congregación planea instalar alarmas de seguridad "de inmediato" dado que no es la primera vez que el oratorio sufre una acción como esta. "Hace dos meses otros forzaron la verja y entraron a la Iglesia, supongo que para coger cepillos porque hay poca cosa más, y también los detuvieron", relató el capellán. Cabezón reconoció haberse "sorprendido" de que los jóvenes asaltasen ahora los despachos de la comunidad en lugar de "robar en establecimientos comerciales" porque "aquí solo hay libros", pero igualmente urge incrementar la seguridad en el inmueble. "No destrozaron nada porque no les dio tiempo. A esas horas la gente sale de la discoteca y se dedica a hacer estas cosas".
Aunque los efectos sustraídos sean de escaso valor, –"dos mecheros y algo de calderilla", concretó el párroco de la Iglesia, Ángel María Cabezón–, la congregación planea instalar alarmas de seguridad "de inmediato" dado que no es la primera vez que el oratorio sufre una acción como esta. "Hace dos meses otros forzaron la verja y entraron a la Iglesia, supongo que para coger cepillos porque hay poca cosa más, y también los detuvieron", relató el capellán. Cabezón reconoció haberse "sorprendido" de que los jóvenes asaltasen ahora los despachos de la comunidad en lugar de "robar en establecimientos comerciales" porque "aquí solo hay libros", pero igualmente urge incrementar la seguridad en el inmueble. "No destrozaron nada porque no les dio tiempo. A esas horas la gente sale de la discoteca y se dedica a hacer estas cosas".
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