Los militares españoles mantienen a bordo de la fragata a los somalíes mientras sigue patrullando por el Índico
REDACCIÓN - VIGO La fragata de la Armada española "Canarias" mantiene a bordo a los 11 piratas que el pasado lunes intentaron secuestrar el atunero gallego "Draco" la espera de que las autoridades judiciales y el mando de la operación europea contra la piratería "Atalanta" decidan qué hacer con ellos.
El Ministerio de Defensa explicó ayer a este diario que el navío de guerra español continúa su patrulla por el Índico mientras se debaten las medidas a adoptar contra los 11 somalíes detenidos, después de que la empresa propietaria del buque, Mar de Hydra –del grupo empresarial de la familia Escurís, de A Pobra do Caramiñal–, denunciase en Seychelles el incidente, al ser este país africano el que abandera del buque.
Mientras, los 33 tripulantes del pesquero –once de ellos gallegos y, el resto, vascos, africanos y los cuatro agentes israelíes que asumen la seguridad privada a bordo del pesquero– trabajaban ayer con normalidad en el Índico después de haber repelido el asalto pirata, según aseguró ayer a la agencia Efe un portavoz de la casa armadora.
La misma fuente explicó que la tripulación "se llevó un susto" pero que "todos están bien", pues de hecho "están trabajando con normalidad" y confirmó que, tal como había explicado a este diario el capitán del barco, el buenense Álvaro Lorenzo, en el momento del ataque, el pesquero "tenía las redes echadas" y que "ése fue el mayor problema". Así, señaló el portavoz de la armadora que los piratas "tenían controlado" el pesquero para intentar el abordaje, pero la actuación del equipo de seguridad resultó "determinante" para frustrar el intento de secuestro.
Hay que recordar que el intento de abordaje se produjo el pasado lunes, aunque no se conoció hasta el martes, cuando desde el atunero vieron aproximarse por su costado a un esquife con ocho hombres armados a bordo, por lo que los agentes de seguridad comenzaron a realizar ráfagas de disparos al aire como advertencia, pese a lo que los presuntos piratas insistían en su intento de ataque. Luego los disparos fueron al agua y en varias ocasiones, tras lo que los atacantes acabaron desistiendo. Posteriormente, el pesquero persiguió a las dos barcas –el esquife y una lancha nodriza– en las que se alejaban los supuestos piratas, hasta que la llegada del helicóptero de la fragata "Canarias" y del propio buque militar español permitió la detención.
El Ministerio de Defensa explicó ayer a este diario que el navío de guerra español continúa su patrulla por el Índico mientras se debaten las medidas a adoptar contra los 11 somalíes detenidos, después de que la empresa propietaria del buque, Mar de Hydra –del grupo empresarial de la familia Escurís, de A Pobra do Caramiñal–, denunciase en Seychelles el incidente, al ser este país africano el que abandera del buque.
Mientras, los 33 tripulantes del pesquero –once de ellos gallegos y, el resto, vascos, africanos y los cuatro agentes israelíes que asumen la seguridad privada a bordo del pesquero– trabajaban ayer con normalidad en el Índico después de haber repelido el asalto pirata, según aseguró ayer a la agencia Efe un portavoz de la casa armadora.
La misma fuente explicó que la tripulación "se llevó un susto" pero que "todos están bien", pues de hecho "están trabajando con normalidad" y confirmó que, tal como había explicado a este diario el capitán del barco, el buenense Álvaro Lorenzo, en el momento del ataque, el pesquero "tenía las redes echadas" y que "ése fue el mayor problema". Así, señaló el portavoz de la armadora que los piratas "tenían controlado" el pesquero para intentar el abordaje, pero la actuación del equipo de seguridad resultó "determinante" para frustrar el intento de secuestro.
Hay que recordar que el intento de abordaje se produjo el pasado lunes, aunque no se conoció hasta el martes, cuando desde el atunero vieron aproximarse por su costado a un esquife con ocho hombres armados a bordo, por lo que los agentes de seguridad comenzaron a realizar ráfagas de disparos al aire como advertencia, pese a lo que los presuntos piratas insistían en su intento de ataque. Luego los disparos fueron al agua y en varias ocasiones, tras lo que los atacantes acabaron desistiendo. Posteriormente, el pesquero persiguió a las dos barcas –el esquife y una lancha nodriza– en las que se alejaban los supuestos piratas, hasta que la llegada del helicóptero de la fragata "Canarias" y del propio buque militar español permitió la detención.
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