La Universidad cerró a cal y canto el campus y evitó el evento, creado y expandido en las redes sociales
JOSÉ ANTONIO SAU Se las prometían felices pero el éxito fue sólo a medias. Varios jóvenes habían citado a todo aquel que quisiera a través de Tuenti a un macrobotellón que debía tener lugar en el nuevo campus universitario de Teatinos, donde se localizan las últimas facultades edificadas, pero el dispositivo de seguridad coordinado por la Universidad de Málaga (UMA) y la Policía Local, que consistía en cerrar a cal y canto el perímetro, surtió efecto y a lo largo de la tarde hasta 5.000 personas llegaron a congregarse en el Real de Cortijo de Torres para cumplir su objetivo: beber hasta que el cuerpo aguantase.
A las 21.00 horas, ya se habían dado cuatro comas etílicos y cuarenta agentes de la Policía Local rodeaban la zona para evitar altercados. «Hasta las 17.00 horas hemos estado poniendo multas por beber en la calle, pero cuando había más de 500 personas hemos dejado de hacerlo, porque no tenemos material para disolver el evento y nos estamos dedicando a atender a los intoxicados. Ya ha habido varios conatos de pelea», dijo el concejal de Juventud, Mario Cortés, que se trasladó a la zona del Auditorio para coordinar el operativo.
La Policía Local captó «un movimiento masivo» en la línea número 20 de la EMT de jóvenes con bolsas repletas de bebidas alcohólicas. A lo largo de la tarde, algunos tiraron botellas a la vía del tren cuando pasaba el AVE, y se lanzaron cubitos de hielo a los agentes. El trasiego de ambulancias fue más habitual desde las 19.00 horas. «No tenemos medios para disolver esto, no entiendo por qué la Policía Nacional, que tenía que haber venido, no ha aparecido por aquí y sí está en la inauguración del Palmeral de las Sorpresas», aclaró.
Y es que son, según el edil, las unidades de intervención policial (UIP) de la Policía Nacional las que deberían haber disuelto la concentración, que iba sumando adeptos a medida que avanzaba la tarde. Los nacionales se comprometieron incluso a rastrear la identidad digital de los convocantes, explicó el concejal Cortés.
El alcalde, Francisco de la Torre, aseguró ayer que pedirá explicaciones al subdelegado del Gobierno, «que no ha cumplido sus compromisos».
El jueves hubo una reunión de seguridad, según Cortés, donde la Policía Nacional se comprometió a sellar Teatinos para los jóvenes –sólo entraban los que iban a clase y sin alcohol– junto a la Local y la seguridad privada de la UMA, que colocó vallas en los accesos. «Ni esta mañana –por ayer– nos ayudaron a cerrar el campus. Cómo es posible que no cumplan el compromiso al que se llegó ayer», dijo Cortés. El alcalde se mostró preocupado por el botellón: «La Policía Nacional no ha cumplido lo acordado, esperaba que aparecieran».
El regidor recordó que el acondicionamiento del Cortijo de Torres hace dos años, tras otro botellón, costó miles de euros; Cortés, en declaraciones a este periódico, cifró el gasto en limpieza y arreglo de zonas verdes afectadas en 20.000 (en 2009). «Eso sin contar las agresiones y las peleas, nos estamos dedicando a rodear el botellón para dar sensación de seguridad y presencia policial», aclaró Cortés.
Fuentes de la Policía Nacional, sin embargo, aseguraron ayer que las UIP estuvieron movilizadas durante todo el día y personadas en las zonas que concentraron mayor número de jóvenes. Hasta las 21.00, sólo se habían dado algunos conatos de agresión. «Pero si hay que entrar ahí –en la maraña de jóvenes– no tenemos medios para ello», dijo Cortés.
A las 21.00 horas, ya se habían dado cuatro comas etílicos y cuarenta agentes de la Policía Local rodeaban la zona para evitar altercados. «Hasta las 17.00 horas hemos estado poniendo multas por beber en la calle, pero cuando había más de 500 personas hemos dejado de hacerlo, porque no tenemos material para disolver el evento y nos estamos dedicando a atender a los intoxicados. Ya ha habido varios conatos de pelea», dijo el concejal de Juventud, Mario Cortés, que se trasladó a la zona del Auditorio para coordinar el operativo.
La Policía Local captó «un movimiento masivo» en la línea número 20 de la EMT de jóvenes con bolsas repletas de bebidas alcohólicas. A lo largo de la tarde, algunos tiraron botellas a la vía del tren cuando pasaba el AVE, y se lanzaron cubitos de hielo a los agentes. El trasiego de ambulancias fue más habitual desde las 19.00 horas. «No tenemos medios para disolver esto, no entiendo por qué la Policía Nacional, que tenía que haber venido, no ha aparecido por aquí y sí está en la inauguración del Palmeral de las Sorpresas», aclaró.
Y es que son, según el edil, las unidades de intervención policial (UIP) de la Policía Nacional las que deberían haber disuelto la concentración, que iba sumando adeptos a medida que avanzaba la tarde. Los nacionales se comprometieron incluso a rastrear la identidad digital de los convocantes, explicó el concejal Cortés.
El alcalde, Francisco de la Torre, aseguró ayer que pedirá explicaciones al subdelegado del Gobierno, «que no ha cumplido sus compromisos».
El jueves hubo una reunión de seguridad, según Cortés, donde la Policía Nacional se comprometió a sellar Teatinos para los jóvenes –sólo entraban los que iban a clase y sin alcohol– junto a la Local y la seguridad privada de la UMA, que colocó vallas en los accesos. «Ni esta mañana –por ayer– nos ayudaron a cerrar el campus. Cómo es posible que no cumplan el compromiso al que se llegó ayer», dijo Cortés. El alcalde se mostró preocupado por el botellón: «La Policía Nacional no ha cumplido lo acordado, esperaba que aparecieran».
El regidor recordó que el acondicionamiento del Cortijo de Torres hace dos años, tras otro botellón, costó miles de euros; Cortés, en declaraciones a este periódico, cifró el gasto en limpieza y arreglo de zonas verdes afectadas en 20.000 (en 2009). «Eso sin contar las agresiones y las peleas, nos estamos dedicando a rodear el botellón para dar sensación de seguridad y presencia policial», aclaró Cortés.
Fuentes de la Policía Nacional, sin embargo, aseguraron ayer que las UIP estuvieron movilizadas durante todo el día y personadas en las zonas que concentraron mayor número de jóvenes. Hasta las 21.00, sólo se habían dado algunos conatos de agresión. «Pero si hay que entrar ahí –en la maraña de jóvenes– no tenemos medios para ello», dijo Cortés.
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