Cuatro años de cárcel y 3.240 euros de multa. Ese es el castigo impuesto a Francisco José A. R., un vigilante de seguridad que, en la pasada feria, abusó de una joven a la que detuvo fingiendo ser policía nacional. La esposó acusándola de un robo, la metió por la fuerza en su coche, la llevó a un descampado y allí la sometió a tocamientos.
Los hechos ocurrieron entre las tres y las tres y veinte de la madrugada del pasado 16 de octubre, en plena Feria de San Lucas. La víctima, una mujer de apenas veinte años, caminaba por la acera de la Avenida de Madrid, a la altura del Hotel Infanta Cristina. Justo en ese momento, un vehículo de color negro se paró a su lado. Del vehículo se bajó Francisco José A. R. Iba vestido con el uniforme de la empresa de seguridad en la que trabajaba. A continuación, sacó una cartera de color negro, que le mostró a la joven al tiempo que se identificaba como policía nacional.
Francisco José A. R. sujetó a la chica del brazo fuertemente y le dijo: “Se ha producido un robo y tú coincides con la descripción de la autora. Ven que te voy a llevar a la Comisaría”. El falso agente le puso unos grilletes a la mujer y la obligó a subir en el coche por la fuerza. Desde la Avenida de Madrid, hicieron un recorrido por la calle García Triviño, llegaron hasta la Estación y, desde ahí, a un descampado situado en la segunda fase del Bulevar.
A un descampado. Una vez en ese lugar apartado, Francisco José A. R. hizo bajar a la mujer, le quitó las esposas y la obligó a ponerse contra el coche. Primero, la cacheó. Después, la sujetó fuertemente por el cuello y comenzó a hacerle tocamientos por los pechos, “al tiempo que se restregaba contra ella”, según especifica la sentencia del Penal número 1 de Jaén. También trató de bajarle los pantalones y la amenazó con matarla si no se estaba quieta. La joven consiguió huir en un descuido de Francisco José A. R. Se marchó corriendo del lugar y pudo buscar refugio e interponer la denuncia.
Apenas dos días después, la Policía detenía al vigilante de seguridad. Había dejado tras de sí un rastro muy evidente. Y es que llevaba puesto el uniforme de trabajo, actuó a cara descubierta y, además, la víctima aportó la marca, el modelo y el color del coche en el que la llevaron hasta el descampado. Con esas pistas, a la Policía no le fue muy difícil dar con Francisco José A. R., un vecino de Linares de 37 años.
El hombre está en prisión preventiva desde que fue arrestado. Ahora, acaba de aceptar una condena de cuatro años de cárcel por delitos de detención ilegal y agresión sexual, tras el acuerdo alcanzado por su abogado con la Fiscalía. También tendrá que indemnizar a la víctima con 3.240 euros por las leves heridas que sufrió en el ataque y por los daños morales. En principio, Francisco José A. R. estuvo imputado por un delito de usurpación de las funciones de funcionario público, aunque, finalmente, no se presentaron cargos contra él por este motivo. La sentencia ya es firme. Rafael Abolafia / Jaén
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