viernes, 25 de marzo de 2011

Los hosteleros critican el cierre del centro durante la Motorada

El Ayuntamiento volverá a blindar el centro de la ciudad y los accesos por la Ribera y Pozos Dulces con motivo de la Motorada. Los moteros tendrán que dejar sus motocicletas en los estacionamientos y entrar a pie en estas zonas donde se concentra el ambiente festivo y gastronómico. Algo que no ha sentado nada bien por la patronal de hostelería, Horeca, que ha pedido al gobierno local que reconsidere esta medida amparada en la seguridad del evento.
Un año más los moteros que elijan El Puerto como destino para vivir el Campeonato de Motociclismo de Jerez no podrán circular por el casco histórico desde la calle Larga hacia el río. La entrada de residentes y propietarios de garajes y vados se autorizará mediante pases y como novedad, este año se vallará la plaza Isaac Peral para evitar el estacionamiento de motos en la misma. La seguridad privada se encargará de vigilar las calles transversales a Larga y no se prevén medidas extraordinarias en las zonas ya peatonales como la Plaza de España o Pagador, ya que están protegidas con bloques tipo new-jersey, aunque habrá equipos móviles que realizarán vigilancia en estas zonas.
El presidente de Horeca, Antonio de María, consideró que estas medidas cercenarán un año más la afluencia de moteros a El Puerto y con ello, los ingresos de los hosteleros. «Han tomado el camino fácil de la prohibición en lugar de buscar remedios, como la retirada de las motocicletas a los moteros que infrinjan las normas. Esas acciones sirven como ejemplo a los demás y son más efectivas que las multas económicas».
Los hoteles, un fracaso
De María consideró que la denuncia ganada por un vecino al consistorio por el exceso de ruidos de los tubos de escape ha desencadenado esta actitud «cómoda» y de «intolerancia cero», que se contrapone con Jerez. «Allí se dieron cuenta de que era un error, porque la mayoría de los moteros respetaban las normas de tráfico y de convivencia y volvieron a abrir las calles. Porque no es de recibo que una ciudad se cierre por la Motorada». Por otro lado, el presidente de los hosteleros de la provincia tachó de «fracaso» la ocupación del 90% que registran los hoteles portuenses. «Hace sólo unos años las reservas estaban al 100% y seis meses antes del campeonato no quedaba nada. Ahora casi que tienen que regalar los alquileres». De María aseguró que el sector ya ha dicho adiós a los cuantiosos ingresos que cada año suponían las motos. «Desde los talleres de mecánica hasta las cafeterías. En vez de cuidar el evento, todo han sido prohibiciones. Los moteros se sienten maltratados y eligen otros destinos».

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