jueves, 15 de enero de 2009

Ola de robos en una urbanización de lujo situada a pocos metros del CNI


MARÍA ISABEL SERRANO
MADRID. Sus viviendas están dentro del perímetro de seguridad del Centro Nacional de Inteligencia (CNI); es decir, a tiro de piedra del cozarón del espionaje español. Sin embargo, se han cometido diez robos con fuerza en menos de veinte días. Los 250 vecinos de la urbanización Altos del Hipódromo, en el distrito de Moncloa-Aravaca, tienen el miedo en el cuerpo. No es para menos. Casa desvalijadas y sistemas de alarma burlados por los amigos de lo ajeno, cuyas fechorías investiga ya la Policía.
Los afectados se resisten a denunciar al CNI por daños, perjuicios y negligencia en su proceder, aunque no lo descartan. Primero, intentan elaborar, al alimón, un plan de seguridad conjunto. Su principal objetivo es sentirse a gusto dentro de sus casas sin mermar los lógicos requisitos de invunerabilidad que precisa un organismo como el CNI.
Los ladridos de «Lola»
Uno de los vecinos, J. R., ha sufrido en sus carnes dos robos en tres años, justo los que lleva viviendo en la urbanización. En el primero, los ladrones se llevaron un importante botín, aunque él lo que más siente es la sustracción de objetos de inestimable valor sentimental, como el rejol de pedida que le regaló a su esposa. El segundo robo quedó, por suerte, en intento pero, con todo y con eso, vió cómo el enmascarado, que ya había accedido a su casa, salió huyendo tras los ladridos de su perra «Lola».
«Los que vivimos aquí no hacemos más que pensar en la impunidad con que actúan estos ladrones. Por lo que escuchamos a los investigadores, parece que son dos y que están bastante coordinados. Todo muy profesional porque, aunque salten las alarmas, ni se inmutan y tardan poco en reventar la vivienda para robar», asegura J. R. mientras, desde su terraza, nos señala las pistas de entrenamiento del Hipódromo de la Zarzuela «por donde salen corriendo los ladrones», dice.
«En el último robo a mi casa, hace unas semanas, yo también salí corriendo detrás del ladrón. Fue pura inercia. Como no le alcanzaba, fui al control del CNI para que me ayudaran. La contestación fue que ellos no están ahí para detener ladrones. Y yo les respondí: «Vale, pero no he podido preguntarles si eran ladrones o terroristas»».
Temor a un atentado
Los vecinos de Altos del Hipódromo se hacen, con frecuencia, esa pregunta: «¿Y si en lugar de ladrones de pisos, los que se cuelan en nuestras casas son terroristas que quieren atentar contra el Centro de Inteligencia? ¿Alguien de ahí se lo ha planteado? Lo que no tiene vuelta de hoja es que desde muchas de nuestras ventanas y terrazas se puede atentar contra ese complejo y contra ese edificio. Y eso nos produce mucha más desazón».
La última Nochevieja se reventaron dos casas. Por suerte estaban vacías y sus dueños de vacaciones. Muchos de los robos se han cometido de noche y con las viviendas deshabitadas. Pero también han entrado con los inquilinos dentro, como en el caso de J. R. El último atraco se cometió el pasado día 9. Los ladrones sabían donde iban: derechitos a la caja fuerte, que reventaron. La vaciaron y dejaron todo el vestidor revuelto. Lo mismo ha ocurrido con cajones, estanterías y maleteros.
Los botines suelen consistir en joyas, relojes y ordenadores. Dinero se llevan poco porque, a estas alturas, los vecinos procuran no tenerlo en casa. «En una ocasión-recuerda J. R.-, los ladrones se llevaron una caja fuerte enterita. La metieron en el embozo de una almohada y la arrastraron por la calle. Tan tranquilos. Suponemos que las cámaras de seguridad les habrán grabado. Las tenemos en la urbanización, concretamente en las calles Cercis y Níscalo. La Policía Científica sigue esa pista. Además de las cámaras, tenemos portero físico y un servicio de seguridad privada que recorre la urbanización. Ya está clarísimo que todo resulta insuficiente».
Los vecinos han creado una plataforma para dialogar con el CNI. «Nuestros abogados dicen que el Centro ha roto el equilibrio. Nosotros soportamos que nos «sigan», que nos «tengan fichados», que pidan la identificación a nuestras visitas... Todo comprensible pero, en contrapartida, el CNI tendrá que aportarnos mayor seguridad. Hasta el momento, no se ha hecho nada a nuestro favor. Todo juega en contra».
Da la casualidad de que las quejas y el temor de los vecinos de los Altos del Hipódromo coincide con un repunte de la violencia y la inseguridad en Madrid. Al margen de robos y alunizajes, se asistie a varios asesinatos que tienen como denominador común el ajuste de cuentas entre las mafias del crimen organizado.
http://www.abc.es/20090115/nacional-sucesos/robos-urbanizacion-lujo-situada-20090115.html

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