Los diputados criticaron el uso de los escáneres sin saber que el Parlamento Europeo escondía seis de estos aparatos en las cloacas de su sede.
Jorge Valero
Bruselas. Todo el mundo tiene un cadáver en el armario. Pero una vez descubierto, lo mejor es deshacerse de él. Por esta razón, el Parlamento Europeo estudia la manera de vender los polémicos escáneres corporales que guarda en su sótano y con los que se ven desnudos a los usuarios. El cuerpo del delito, que esconde la Eurocámara en las cloacas de su sede en Bruselas, permaneció oculto incluso para los propios eurodiputados durante más de tres años. Hasta tal punto que los miembros de la Cámara votaron una resolución en la que rechazaron la utilización de esta tecnología en los aeropuertos de la UE, frecuente en EEUU. El eurodiputado de los liberales, Marco Cappato, se dirigió durante el pleno del pasado diciembre al presidente de la institución, Hans Gert Pöttering, preguntándole sobre la posesión de estos equipos desvelada por el diario alemán Die Welt. El secretario general del Parlamento, Harald Romer, contestó por escrito al diputado italiano, confirmándole la posesión de estos equipos. En la carta, a la que ha tenido acceso LA GACETA, Romer señala que “nunca se ha planteado la posibilidad de utilizar estos equipos de manera general” y que sólo se implantarían en determinados accesos a las sedes de Bruselas y Estrasburgo en caso de “un importante aumento del nivel de alarma”. El texto, en el que se detalla que el personal operaría bajo ciertas “obligaciones de confidencialidad”, aclara que hasta ahora no ha existido ninguna circunstancia para su uso.
Según explicó Romer al eurodiputado alemán conservador, Markus Ferber, sobre qué opciones barajaba la secretaría general para estos equipos, una vez que el Parlamento se había pronunciado en contra, “entre contratar al personal para manejar las máquinas y venderlas, dijo que optaría por lo segundo”, añadió. “La administración ha prometido encontrar la manera de venderlos”, comentó Ferber a este diario. Para este diputado resulta “inaceptable” la manera de proceder de la institución, ya que “estos equipos no deberían haberse comprado sin haber consultado a los parlamentarios”, ya que no fueron informados. Según la respuesta enviada a Capatto por el organismo, los seis escáneres que tiene la Eurocámara, por los que pagó más de 725.000 euros, fueron adquiridos por la recomendación de un consultor externo como conclusión a un estudio sobre la seguridad y las amenazas que encaraba la institución, tras los ataques terroristas de 2001 y 2002. La sombra de posibles influencias externas sobrevoló también alrededor de la Comisión Europea durante el pasado otoño.
Algunos observadores se sorprendieron de las razones dadas por el Ejecutivo comunitario para defender su uso, y por qué en aquel momento sin motivo alguno, ya que no terminaba de aclarar de dónde procedía la recomendación de su implantación. No obstante la Comisión Europea reculó y decidió no instalar estos escáneres en los aeropuertos comunitarios.
El pleno discutirá su compra y las soluciones en abril
La polémica de los escáneres corporales será tratada finalmente por el pleno en abril, fecha en la que está prevista la votación del informe sobre los presupuestos de 2007. Esta tecnología se utiliza en diez grandes aeropuertos de EEUU, en Holanda, Suiza, Reino Unido y Australia. En el caso de los aeropuertos norteamericanos, los viajeros tienen dos colas entre las que deben elegir: una fila rápida pero en la que sus cuerpos desnudos aparecerán en la pantalla de los vigilantes o una más lenta, en la que deberán quitarse casi toda la ropa para pasar por los arcos tradicionales.
En su búsqueda de transparencia, el Parlamento Europeo parece haber ido demasiado lejos”, ironizó el jefe de los liberales en la Cámara, Graham Watson, al conocer que tenían estos equipos. Y propuso su puesta en marcha con el secretario general y su equipo. Su funcionamiento está basado en la emisión de rayos X de baja intensidad al pasajero, que tras rebotar en su piel, son analizados por un ordenador para resaltar los objetos de metal o elementos como el nitrógeno, que se encuentra en explosivos y algunas armas. Una vez analizada la imagen, el personal de seguridad las destruye. La utilización de estos escáneres no sólo plantea problemas éticos, sino también tecnológicos. En EEUU, tras instalar 94 de estas máquinas en 37 aeropuertos, el programa fue suspendido en 2007, ya que los equipos se estropeaban con demasiada frecuencia. Además, aunque los expertos aseguran que las bajas radiaciones no implican riesgos, algunos médicos creen que este tipo de exposiciones deben ser evitadas.
http://www.gaceta.es/30-01-2009+eurocamara_busca_comprador_escaneres_corporales,noticia_1img,8,8,45923
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