Un centenar de compañeros de la médico y el vigilante de seguridad agredidos por un paciente y su familia hace una semana, se concentraron delante del Hospital Santa Maria de Lleida para rechazar la violencia. En la pancarta de la concentración se leía “no a la violencia en el puesto de trabajo”.
El presidente del Comité de Empresa, David Ricart, pidió que se instale una cámara de seguridad más y que se incorpore otro vigilante, ya que con uno aseguró que “no hay lo suficiente”. Según Ricart, “parece ser que el paciente ya venía con actitud violenta buscando un ingreso”. La concentración contó con la presencia del director de los Serveis Territorials de Salut en Lleida, Sebastià Barranco, quien explicó que, aunque el contacto físico es habitual entre médicos y pacientes, en algunos casos, “muy puntuales”, este contacto se convierte en violencia, cómo fue el caso del pasado 21 de enero. Barranco aseguró que “son casos aislados pero que se tienen que denunciar”. Por este motivo, añadió que el Hospital se presentará como acusación particular, tal como ya se había adelantado. El director de los Serveis Territorials de Salut se mostró partidario de trabajar a partir de ahora para erradicar este tipo de violencia aunque avanzó que “eliminarla totalmente es muy complicado y difícil de controlar”.
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