El público del 'Acorazado Carpena' pide la paz

Mientras el Unicaja y el Maccabi sudaban, un dispositivo policial sin precedentes y la exhibición de 'kefias' y pancartas recordaron el conflicto en Gaza

A nivel geopolítico el conflicto en Oriente Medio, que hunde sus raíces en el primer tercio del siglo pasado, no tiene aún ganador ni perdedor ni visos de una solución inminente. Desde el punto de vista deportivo, ayer sí hubo un perdedor, Israel. El Unicaja tumbó al Maccabi desde los primeros escarceos de un partido de baloncesto que tuvo unas connotaciones especiales en la grada del Martín Carpena, un acorazado blindado por las fuerzas policiales. La profusión de 'kefias' en las gradas del pabellón mostró a las claras la solidaridad de parte de la población malagueña con el pueblo palestino, que desde hace unos días sufre los ataques de uno de los ejércitos más poderosos del mundo.

El dispositivo policial fue ingente, con al menos ocho furgones aparcados a la espalda del Palacio. A Málaga llegaron dotaciones de ciudades cercanas para tomar cada una de las bocanas del recinto. También fue extrema la vigilancia en el acceso a los vestuarios de los equipos y en las proximidades del banquillo del cuadro macabeo. Las fuerzas españolas se combinaron con una representación de los servicios secretos israelíes, el Mossad, y la atención fue exhaustiva, muy diferente a la de otros eventos deportivos y culturales.

A diferencia de visitas anteriores a tierras costasoleñas del Maccabi, sin duda el buque insignia del deporte en Israel, no se vio representación de aficionados ni camisetas amarillas. Las únicas presentes en el graderío eran de la marca 'Hummel' y relacionadas con el Unicaja. A pesar de que en la Costa del Sol hay una nutrida colonia judía, sin embargo, el delicado momento actual, con una invasión del ejército israelí a la franja de Gaza, pesó sobre el aliciente de animar a uno de los clubes de baloncesto de Tel Aviv.

Pequeña manifestación

En los aledaños del Palacio de los Deportes, la Policía cortó algunos accesos, como la nueva glorieta en la que desemboca la prolongación del Paseo Marítimo de Poniente. Además, diversos grupos se reunieron con pancartas para reivindicar la paz en el conflicto bélico en la franja de Gaza, entre ellos Ecologistas en Acción, pero la policía no permitió que se acercaran al pabellón al carecer de entradas y se quedaron a la altura de la explanada grande que hace de aparcamiento. Algunos de los componentes de la protesta se quejaron a este periódico de que no se les dio facilidades para acceder a las taquillas para comprar alguna de las localidades que quedaban a la venta. Aunque lo que se dirimía en el pabellón era un simple duelo deportivo, el hecho de que la plantilla del Maccabi hiciera recientemente una visita al ejército de Israel ha sensibilizado mucho a los simpatizantes del pueblo palestino.

Mientras, en el 'Acorazado Carpena' las fuerzas policiales efectuaron numerosos registros a la entrada de aficionados y también de los medios de comunicación, siendo especialmente rigurosos con los maletines con portátiles o las bolsas con el material de los fotógrafos y cámaras. En la zona de tornos de acceso del público general se hicieron algunos cacheos, en especial a un grupo con portadores de 'kefias' y banderas palestinas que durante el choque fueron desplegadas, junto a algunas pancartas con mensaje pacifista y banderas de Palestina. En el segundo tiempo la seguridad privada del pabellón se vio obligada a intervenir al bajar este grupo las escaleras de un fondo.

Hora y media antes del choque, y apenas sin movimiento en los aledaños, el autobús de la empresa Paco Pepe con los jugadores del Maccabi hizo su entrada en el aparcamiento del recinto a una velocidad inusual y con extrema vigilancia. La seguridad en torno al partido no amedrentó a la afición malagueña. Al margen de la importancia del partido, que decidía el liderato de grupo, sorprendió la buena afluencia, ya que los encuentros de competición europea suponen una pequeña merma.
http://www.diariosur.es/20090116/deportes/unicaja/publico-acorazado-carpena-pide-20090116.html