miércoles, 14 de enero de 2009

Ajuste de cuentas

Bandas mafiosas se disputan el servicio de seguridad de las discotecas de Madrid
RUFO GAMAZO RICO. La muerte como liquidación cruenta de contenciosos, esto viene a ser el ajuste de cuentas, una modalidad delictiva que las mafias han puesto de moda. No es nuevo el procedimiento de tomarse la justicia por su mano y aplicar la Ley del Talión como directa y pronta venganza. Con demasiada frecuencia conforman la crónica negra noticias de crímenes que la Policía y la prensa especializada atribuyen a violentos ajustes de cuentas entre gentes del hampa. Hace pocos días cierto narcotraficante colombiano fue asesinado a tiros, en su cama de un hospital madrileño donde le era tratada una penosa enfermedad; el crimen se ha contabilizado como un nuevo caso, importado de fuera, de liquidación definitiva de pleitos personales por negocios mafiosos. ¿A cuento de qué viene esa novedosa predilección de mafias extranjeras por España para dirimir el mando y la adjudicación de los beneficios en negocios de prostitución venta de armas, tráfico de drogas, etc., etc.?. Tal vez Miguel Mihura habría contestado que aquí se mata con menos dificultades y más garantías. Pero el problema es demasiado grave para andarse por las ramas del ingenio fácil y la ironía. Por lo tanto, queda la pregunta a la espera de respuestas más convincentes y autorizadas.Ya al final de su exitosa carrera policial, el profesor Viqueira Hinojosa detectó que determinados delitos, algunos de "guante blanco", se habían hecho violentos y crueles; el ladrón ya no se contentaba con robar; deseaba dejar en su víctima el recuerdo del daño físico a su modo, lo explicaba Miguel Gila: Estos tíos ya no te despluman por amor de Dios como antes; roban a lo bestia. Podrían confirmarlo numerosos joyeros y no pocos propietarios de lujosos chalets, víctimas escogidas de atracadores dispuestos a la agresión. Un ejemplo más de la dureza que se ha impuesto en la delincuencia es el "alunizaje" contra los escaparates, un método más duro, rápido y destructor que el tradicional "butron" que requería trabajo, algún conocimiento de albañilería, paciencia y silencio.Suena a chiste, a paradoja absurda: bandas mafiosas se disputan el servicio de seguridad de las discotecas madrileñas. A tiros y palos se pretende el dominio de la movida nocturna madrileña tan distinta de la legendaria que, patrocinada con buena voluntad el Viejo Profesor, se hizo famosa en buena parte del mundo civilizado (más o menos ). Es lógico que al informador de sucesos se le ocurra plagiar el peliculero título y escribir: Madrid, ciudad sin ley. El ministro Rubalcaba ha declarado que la noche madrileña requiere una mayor atención policial. En efecto, los hechos mandan. Las discotecas, sus porteros y vigilantes exigen una reestructuración urgente. Todos los medios han informado con detalle y han comentado convenientemente el tiroteo que comenzó en una céntrica discoteca y continuó por calles y plazas del viejo Madrid. Dos muertos más que confirman el riesgo de la noche madrileña: dos muertes que se añaden a otras acaecidas en tiempos recientes dentro de lugares de diversión.Se van conociendo otros datos intranquilizadores relacionados con el luctuoso suceso. Tanto el agresor como el portero muerto a tiros contaban con antecedentes policiales, el primero, presunto matón a sueldo, es español y pertenece a la banda de "Los Miami"; el portero era rumano de nación, y del equipo de "Rompecostillas", un mote abocado por los hechos. Estas dos mafias venían luchando por hacerse con los servicios de portería y seguridad de las discotecas... y la autoridad sin enterarse o lo que sería más condenable, sin tomar las medidas pertinentes. Para mayor vergüenza se ha informado de conexiones extrañas de estas tramas con gentes -gentuza es su exacta calificación- constituidas en autoridad. ¿Entre que clase de gente vivimos?
http://www.laopiniondezamora.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009011400_12_327236__Opinion-Ajuste-cuentas

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