El día de ayer fue algo inusual en la capital y en la provincia. Y es que, durante la jornada del pasado lunes, las instituciones, representantes políticos y los ciudadanos almerienses se olvidaron por un momento de las diferencias de opinión, luchas políticas y cruces de acusaciones, típicas en un periodo electoral. Ayer, fue un día de respeto en Almería, fomentado por el recuerdo a la última víctima por violencia machista fallecida en la capital, que lamentablemente perdió la vida tras el brutal apuñalamiento que recibió por parte de su expareja. Unidos y con una sola voz, la sociedad almeriense, completamente consternada, volvió a gritar «no a la violencia machista», y guardó un largo silencio al recuerdo y al respeto de Arancha, una joven de apenas 30 años, que, por desgracia, se ha convertido en la segunda mujer fallecida por violencia de género en la provincia en lo que va de año. La primera víctima que murió a manos de su pareja en la provincia fue el pasado 3 de febrero. Un hombre de 36 años y nacionalidad marroquí, mató a golpes a su mujer, de 46 años, y el hijo de ésta, de 22, ambos españoles, en Roquetas de Mar. El supuesto agresor, que confesó los hechos dos días después en una comisaría de la Policía Nacional en Cornellá (Barcelona), fue detenido. La mujer, que tenía el hijo de un anterior matrimonio, no había presentado ninguna denuncia por malos tratos, y el presunto asesino tampoco tenía antecedentes.
«Concienciación social»
Ayer, numerosos ciudadanos quisieron recordar a la última víctima, otra más de la violencia de género, que en la mayoría de las ocasiones estuvo condenado al silencio. Por ello, y como un gran ejercicio de «concienciación social» , los representantes políticos salieron junto a cientos de ciudadanos para participar en una concentración convocada por el Ayuntamiento en señal de protesta por la violencia machista, después de que Arancha, de 30 años de edad, muriera el pasado domingo apuñalada presuntamente a manos de su pareja. En la concentración participaron el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, acompañado por el candidato a la alcaldía por el PSOE, Juan Carlos Usero y por IU, Rafael Esteban, entre otros, así como el presidente del PP-A, Javier Arenas, quien asistió ayer a diferentes actos públicos en la provincia.
Por su parte, el alcalde de la capital expresó su «horror» ante los crímenes machistas y afirmo, ante el silencio de los manifestantes anónimos, que resulta «doloroso» que, a pesar de la legislación y de las medidas puestas en marcha, «el asesinato de mujeres sigue siendo una práctica habitual en nuestro país». Asimismo, el presidente del PP-A, Javier Arenas, quien calificó la violencia contra las mujeres de «barbarie», admitió que «se han hecho algunas cosas» para combatir esta lacra social, pero recalcó que es «insuficiente». Arenas abogó por la puesta en marcha de planes de protección individual para las mujeres maltratadas, especialmente para aquellas cuyos agresores tengan una orden de alejamiento, en los que deberían de colaborar la Policía Nacional y la Guardia Civil, «y si hace falta también con seguridad privada».
Los actos en recuerdo y respeto a Arancha se sucedieron en distintos puntos de la ciudad, como el que también albergó, en la tarde de ayer, el Anfiteatro de la Rambla, a la que asistió la consejera de la Presidencia de la Junta, Mar Moreno. En el pensamiento de todos los almerienses estaba la última víctima de esta lacra social: la mujer de 30 años que murió a manos de su pareja en el Zapillo. La víctima número 22 de España, y el segundo caso en Almería en 2011. Lejos de ser una cifra o un 'ranking mortuorio', la última mujer fallecida fue recordada entre dolor y resignación.
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