La multinacional pesquera gallega financió las 10 patrulleras construidas por Rodman para el país africano. Los tripulantes de las lanchas destinadas a Maputo realizaron prácticas en Galicia
REDACCIÓN / AGENCIAS | A CORUÑA / BILBAOPescanova no quiere que ninguno de sus pesqueros en el Índico vuelva a ser objetivo de los piratas somalíes, como le ocurrió en diciembre de 2010 al Vega 5. Con este propósito está desarrollando un plan para proteger a su flota con base en Mozambique con la incorporación de agentes de seguridad armados en los barcos y ayudando al gobierno mozambiqueño a reforzar sus medios y sistemas de vigilancia marítima. La compañía con sede en Pontevedra mantiene unas excelentes relaciones con el Gobierno de Mozambique, donde tiene su base una flota de una treintena de pesqueros, además de factorías en tierra para almacenamiento y transformación de la pesca y reparación de buques.
En el marco de esta colaboración con las autoridades de ese país africano, Pescanova ha financiado la compra de diez patrulleras semirrígidas construidas por Neuvisa, una filial del grupo Rodman PolyShips, que fueron cargadas el pasado mes de marzo en un avión Antonov que partió del aeropuerto de Peinador con destino a la capital mozambiqueña de Maputo.
Antes del envío de las diez embarcaciones, un grupo de los futuros tripulantes de las patrulleras fueron entrenados en el manejo de las mismas en Galicia, en una de las empresas propiedad del presidente de Pescanova, Manuel Fernández Sousa. Además, la multinacional se hizo cargo de la contratación de monitores para el manejo de esas embarcaciones -en el equipo iban también expertos en actividades subacuáticas- que se desplazaron al país africano para seguir adiestrando a las tripulaciones de ese país.
Paralelamente, Pescanova había contratado los servicios de Segur Ibérica, la empresa que se encarga de la seguridad de los atuneros españoles en el océano Índico, para que formase a los equipos de protección del Ejército mozambiqueño que van a embarcar en los pesqueros de la compañía gallega que faenan en la zona para impedir más ataques piratas, según publicó ayer el diario Expansión.
Los agentes de seguridad de la empresa Segur Ibérica fueron formados por el Ministerio de Defensa en el manejo de los fusiles de asalto HKG36 y las ametralladoras medias MG42 en las instalaciones del Ejército de Tierra en la localidad madrileña de Hoyo del Manzanares.
La embarcación Alakrantxu, buque auxiliar del atunero congelador bermeano Alakrana, repelió ayer un ataque de piratas cuando navegaba en aguas de Tanzania, según confirmó la Asociación Nacional de Armadores de Buques Atuneros (Anabac). El suceso ocurrió sobre las once de la mañana de ayer y ante la presencia de los agentes de seguridad privada, los piratas optaron por marcharse, según precisó el gerente de la citada asociación, Juan Pablo Rodríguez.
Al avistar una lancha pirata que se acercaba al Alakrantxu, el personal de seguridad a bordo lanzó un mensaje por megafonía para que desistieran en su acercamiento y, posteriormente, dispararon al aire, lo que ahuyentó a los atacantes.
El gerente de Anabac denuncia que tras el intento de asalto al buque vasco, los piratas siguen en la zona y están atacando a mercantes que navegan por la misma área sin que se hayan presentado medios militares.
Rodríguez también mostró su "extrañeza" sobre el hecho de que la comunidad internacional "tarde tanto tiempo en reaccionar" mientras los piratas "siguen cometiendo fechorías horas después de haber asaltado a un buque".
El pago del rescate del Alakrana aún genera polémica en España. Ayer fue el ministro de Justicia, el gallego Francisco Caamaño, quien reiteró que el Gobierno no pagó "ninguna cantidad" por la liberación de la tripulación del atunero -ocho de ellos gallegos- secuestrado en 2009. "Lo importante de este asunto es que los ciudadanos españoles que estaban privados de su libertad hoy están en España y sus familias pueden estar con ellos. Eso es lo realmente importante", comentó.
El ministro aseguró desconocer un documento interno de Defensa que, según ABC, revela que el Gobierno pagó 11 millones de dólares por el rescate. Sobre si pudo haber sido la empresa la que pagó el rescate, indicó que desconoce "los contenidos de esa documentación" y se reafirma "una vez más en lo declarado por el Gobierno de España reiteradamente". El PP, sin embargo, acusa al Gobierno de mentir sobre el pago del rescate "pese a la sentencia de la Audiencia Nacional" que afirma lo contrario, y advierte de que "va a pedir explicaciones".
En el marco de esta colaboración con las autoridades de ese país africano, Pescanova ha financiado la compra de diez patrulleras semirrígidas construidas por Neuvisa, una filial del grupo Rodman PolyShips, que fueron cargadas el pasado mes de marzo en un avión Antonov que partió del aeropuerto de Peinador con destino a la capital mozambiqueña de Maputo.
Antes del envío de las diez embarcaciones, un grupo de los futuros tripulantes de las patrulleras fueron entrenados en el manejo de las mismas en Galicia, en una de las empresas propiedad del presidente de Pescanova, Manuel Fernández Sousa. Además, la multinacional se hizo cargo de la contratación de monitores para el manejo de esas embarcaciones -en el equipo iban también expertos en actividades subacuáticas- que se desplazaron al país africano para seguir adiestrando a las tripulaciones de ese país.
Paralelamente, Pescanova había contratado los servicios de Segur Ibérica, la empresa que se encarga de la seguridad de los atuneros españoles en el océano Índico, para que formase a los equipos de protección del Ejército mozambiqueño que van a embarcar en los pesqueros de la compañía gallega que faenan en la zona para impedir más ataques piratas, según publicó ayer el diario Expansión.
Los agentes de seguridad de la empresa Segur Ibérica fueron formados por el Ministerio de Defensa en el manejo de los fusiles de asalto HKG36 y las ametralladoras medias MG42 en las instalaciones del Ejército de Tierra en la localidad madrileña de Hoyo del Manzanares.
La embarcación Alakrantxu, buque auxiliar del atunero congelador bermeano Alakrana, repelió ayer un ataque de piratas cuando navegaba en aguas de Tanzania, según confirmó la Asociación Nacional de Armadores de Buques Atuneros (Anabac). El suceso ocurrió sobre las once de la mañana de ayer y ante la presencia de los agentes de seguridad privada, los piratas optaron por marcharse, según precisó el gerente de la citada asociación, Juan Pablo Rodríguez.
Al avistar una lancha pirata que se acercaba al Alakrantxu, el personal de seguridad a bordo lanzó un mensaje por megafonía para que desistieran en su acercamiento y, posteriormente, dispararon al aire, lo que ahuyentó a los atacantes.
El gerente de Anabac denuncia que tras el intento de asalto al buque vasco, los piratas siguen en la zona y están atacando a mercantes que navegan por la misma área sin que se hayan presentado medios militares.
Rodríguez también mostró su "extrañeza" sobre el hecho de que la comunidad internacional "tarde tanto tiempo en reaccionar" mientras los piratas "siguen cometiendo fechorías horas después de haber asaltado a un buque".
El pago del rescate del Alakrana aún genera polémica en España. Ayer fue el ministro de Justicia, el gallego Francisco Caamaño, quien reiteró que el Gobierno no pagó "ninguna cantidad" por la liberación de la tripulación del atunero -ocho de ellos gallegos- secuestrado en 2009. "Lo importante de este asunto es que los ciudadanos españoles que estaban privados de su libertad hoy están en España y sus familias pueden estar con ellos. Eso es lo realmente importante", comentó.
El ministro aseguró desconocer un documento interno de Defensa que, según ABC, revela que el Gobierno pagó 11 millones de dólares por el rescate. Sobre si pudo haber sido la empresa la que pagó el rescate, indicó que desconoce "los contenidos de esa documentación" y se reafirma "una vez más en lo declarado por el Gobierno de España reiteradamente". El PP, sin embargo, acusa al Gobierno de mentir sobre el pago del rescate "pese a la sentencia de la Audiencia Nacional" que afirma lo contrario, y advierte de que "va a pedir explicaciones".
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