Un nuevo intento de secuestro de un pesquero vasco por parte de un grupo de piratas somalíes volvió a enturbiar ayer las aguas del Océano Índico. En esta ocasión, los asaltantes persiguieron durante un cuarto de hora, aproximadamente, al macicero de Bermeo 'Alakrantxu'. Este barco realiza labores de apoyo en la detección de bancos de túnidos para el atunero congelador 'Alakrana', que hace dos años permaneció secuestrado por los piratas durante 47 interminables días. Ambas embarcaciones pertenecen a la armadora Echebastar Fleet, con sede en la villa marinera.
El ataque se produjo alrededor de las nueve de la mañana -dos horas más en el Índico- a unas 80 millas de la costa de Tanzania. «Íbamos de tránsito, huyendo del mal tiempo, por lo que las autoridades tanzanas nos concedieron el permiso correspondiente para entrar de paso en su costa, donde las aguas estaban más tranquilas», explicó el patrón del 'Alakrantxu', Miguel Etxebarria, a EL CORREO poco después del suceso. La navegación, sin embargo, se vio truncada cuando desde el pesquero detectaron la presencia de una embarcación sospechosa que se dirigía hacia ellos a gran velocidad. «Vimos el esquife por los prismáticos cuando lo teníamos a una milla escasa. A bordo venían unos seis u ocho hombres armados. Llegaron a acercarse a escasos mil metros», relató Etxebarria.
Tras activar el protocolo de seguridad entre los tripulantes, los tres vigilantes privados del macicero abrieron fuego intimidatorio contra la lancha asaltante. «Nos respondieron con disparos y pusimos proa al viento hasta que vimos que desistían en su intento y pararon de perseguirnos», explicaron desde el 'Alakrantxu'.
A finales del pasado mes de marzo el atunero 'Draco', de bandera de Seychelles, pero de capital gallego, también fue objeto de un intento de abordaje por parte de los piratas somalíes frente a la costa de Tanzania. En el momento del incidente se encontraba con el aparejo echado en el agua a unas 200 millas del país africano. El esquife de los piratas logró acercarse a unos 800 metros del buque
El grueso de la flota atunera vasca se encuentra en estos momentos dispersa por el Océano Índico, aunque durante esta época, en la que el número de capturas de atún desciende considerablemente, las compañías armadoras aprovechan para amarar sus buques en puerto con el objeto de realizar las obligadas reparaciones. Tal es el caso del 'Alakrana', que ha recalado ya en Mauricio para acometer su puesta a punto.
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