martes, 24 de mayo de 2011

El decapitador golpeó a Jenny 20 veces contra el suelo


La cámara de seguridad grabó cómo la víctima intuyó su macabro final mientras miraba aterrorizada a su verdugo

ANTONIO HERRERO
SANTA CRUZ DE TENERIFE
 Deyan Valentinov Deyanov, el búlgaro de 28 años que el viernes 13 decapitó a Jennifer Mills, de 60 años, en Los Cristianos, tardó tres minutos en seccionar la cabeza del cuello, según el vídeo que grabó la cámara de seguridad del establecimiento chino.
Deyan accedió al establecimiento y se fijó en su víctima, que según las imágenes, mira de manera aterradora al que en breves segundos será su verdugo. Este que ya había tomado el cuchillo se dirige hacia Jennifer Mills que sólo tiene tiempo de ver como el búlgaro se abalanza sobre ella, mientras extrae el cuchillo y comienza a apuñalarla. Ella cae al suelo y en ese instante, Deyanov la toma por los pelos y le golpea el rostro a la altura de la barbilla contra el suelo en repetidas ocasiones, tal vez una veintena. Valentinov comienza entonces a hundir el cuchillo en el cuello con el fin de decapitarla, pero no lo consigue, ya que la mujer comienza a sufrir estertores, por lo que decide ponerse en cuclillas. Entonces coloca una de sus rodillas sobre la cintura y con la otra, mientras sujeta la cabeza, la incorpora ligeramente hasta que finalmente acaba decapitándola. Luego salió a la calle con la cabeza en la mano mientras exclamaba: "Soy Dios, soy Dios".
En ese instante, un vigilante de seguridad comenzó a golpearlo con su defensa y Deyanov soltó la cabeza de su víctima. Sin embargo, la huida de Deyanov será más bien corta puesto que un grupo de viandantes logran reducirlo mientras lo mantienen pegado al suelo hasta la llegada de la primera dotación de la Policía Nacional. Deyan Valentinov Deyanov fue detenido y tras ser presentado ante el juez de guardia de Arona, éste decretó su posterior ingreso en el centro penitenciario Tenerife II. No obstante, una vez traspasó la puerta de la prisión, el médico ordenó que fuese trasladado hasta la Unidad de Psiquiatría del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria, donde permanece sedado y custodiado por agentes.

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